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jueves, 26 de enero de 2012

El Mundo Del Revés En La Justicia Española: Camps/Garzón


El jurado absuelve a Camps y Costa
Un tribunal popular dividido falla que no se puede probar el cohecho impropio
El expresidente y el ex ‘número dos’ del PP valenciano, inocentes por cinco votos a cuatro
La decisión no tuvo en cuenta la autoinculpación de Víctor Campos y Rafael Betoret

El expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps, del PP, fue absuelto ayer por un jurado, con cinco votos a favor y cuatro en contra, del delito de cohecho pasivo impropio del que estaba acusado desde hacía tres años por haber aceptado trajes y otras prendas de vestir de la trama corrupta Gürtel. También fue absuelto el ex secretario general del PP valenciano Ricardo Costa, por la misma mayoría.

El anuncio provocó un estallido de alegría de los fieles de los acusados en la sala, que fueron desalojados por orden del juez. La alegría de los campistas se mezcló con los cánticos críticos que llegaban de la calle, donde coincidía una concentración de apoyo al juez Baltasar Garzón, juzgado estos días, entre otros procesos, por autorizar la intervención de las comunicaciones de los cabecillas de Gürtel en la cárcel.

El jurado motivó la absolución de Camps sobre la base de buena parte de los argumentos que ha utilizado la defensa del expresidente durante todo el juicio. La primera de ellas, las contradicciones en las declaraciones hechas antes y durante el juicio por el sastre José Tomás, testigo de cargo de la acusación; las dudas de Isabel Jordán, exempleada de la trama, imputada en el caso Gürtel, a la que en una grabación aportada a la causa se le oía decir: “He pagado 30.000 euros de trajes para Camps”, pero que en el juicio matizó que no sabía exactamente qué había pagado su empresa y que en la conversación grabada señaló al expresidente debido, dijo, a la presión que vivía en aquellos días; y la declaración de los funcionarios de la Generalitat que afirmaron que Camps, como jefe del Gobierno valenciano, “no tenía influencia alguna en materia de contratación”, según leyó el portavoz del jurado.

Las motivaciones del jurado incluyeron algunas afirmaciones llamativas. Señaló, por ejemplo, que la relación entre Álvaro Pérez, El Bigotes, y Camps (que le llamaba “amiguito del alma”) había sido meramente “comercial”.

La mayoría del jurado que estableció la absolución de los acusados destacó igualmente la falta de concreción de los peritos que declararon en la sala, que en varios casos afirmaron no poder reconstruir inequívocamente el itinerario completo de las prendas desde su encargo hasta la recepción por parte de Camps y Costa. En su veredicto también recordaron que la encargada de la empresa de transportes que trasladó cajas con varios kilos de ropa desde las tiendas de Milano y Forever Young a casa o a la oficina de El Bigotes, no pudo decir, en cambio, qué contenían los fardos ni a quién iba destinado su contenido.

Respecto a algunos de los documentos incriminatorios, como la lista manuscrita elaborada en una de las tiendas (en las que figuran los acusados junto a prendas y precios), o las incautadas a la trama con anotaciones similares, el jurado consideró que carecían de valor mercantil y no le atribuyeron “ninguna credibilidad”.

Los cinco jurados que declararon a Camps y Costa inocentes (es el mínimo que exige la ley, mientras que la condena requiere siete votos) no tuvieron en cuenta que dos de los imputados en su día en la causa, el exvicepresidente de la Generalitat Víctor Campos y el exjefe de gabinete en Turismo Rafael Betoret, fueron condenados tras aceptar que cometieron el delito. Ni que el propio abogado de Camps, Javier Boix, llegara a presentar en el tribunal un escrito de conformidad con las acusaciones en la semana de julio de 2011 en la que el expresidente acabó dimitiendo.

Tampoco les convenció la declaración de cinco empleados de las tiendas de las que salieron las prendas, aparte del sastre José Tomás, que declararon que, sin lugar a dudas, se hacían prendas para Camps y Costa y que las pagaba el lugarteniente de la trama, Pablo Crespo, junto a las suyas propias, las de Álvaro Pérez y las del expresidente de Radio Televisió Valenciana Pedro García.

El jurado sí que dio peso, y así argumentó otra de sus respuestas al cuestionario entregado por el juez, a la declaración del escolta de Camps, que afirmó haberle prestado unos 200 euros para que el expresidente comprara una chaqueta que estaba rebajada. Ni la Fiscalía Anticorrupción ni la acusación popular le acusaban, sin embargo, de haber aceptado como regalo dicha prenda. El llamado caso de los trajes llega de este modo a su fin tres años después de ser destapado por el juez Garzón. El veredicto, que el magistrado convertirá en sentencia en los próximos días, puede ser recurrido ante ese Tribunal y ante el Supremo.


Visto para condena

Siete características insólitas de los procesos construidos en contra de Baltasar Garzón alimentan la hipótesis del acoso al magistrado por parte del Tribunal Supremo

"El juicio queda visto para condena". Con esta ironía resumía un prestigioso jurista la vista oral que el Tribunal Supremo acaba de celebrar contra el juez Baltasar Garzón por supuesta prevaricación en las escuchas del caso Gürtel. Y la misma frase le servía de prólogo para la semana que viene, cuando el magistrado volverá al banquillo por cometer supuestamente el mismo delito en su intento de investigar los crímenes del franquismo.

El propio Garzón alimentó en la vista la hipótesis de que la sentencia está predeterminada: "Ante el pelotón de fusilamiento, quítenme la venda de los ojos", llegó a afirmar.

La percepción ya estaba extendida entre algunos sectores del mundo judicial y político antes del juicio, pero tras la vista se ha acentuado hasta el punto de que varios juristas consultados por Público algunos de ellos, miembros o exmiembros de altas instancias judiciales coinciden en utilizar expresiones como "caza de brujas", "persecución" y "cacería".

Algunos de los juristas han preferido mantener el anonimato. Pero de la conversación con una decena de expertos magistrados, fiscales, catedráticos y abogados, Público ha extraído al menos siete características del juicio varias, compartidas con la trilogía en marcha que, de tan insólitas o excepcionales, refuerzan los argumentos de los que sostienen que existe un acoso contra el juez Garzón.

01 Uno entre un millón
Único juzgado por ordenar escuchas


Los abogados de los cabecillas de la trama Gürtel y de uno de los constructores imputados en el caso por pagar supuestamente comisiones a cambio de adjudicaciones han logrado sentar en el banquillo al juez que desmontó la red corrupta. Lo han conseguido acusándole de vulnerar los derechos elementales de defensa al ordenar escuchas en las conversaciones en prisión entre los acusados y sus letrados.

El magistrado las ha defendido porque existían indicios de que los abogados inicialmente designados eran también parte de la trama incluso fueron imputados y que en las entrevistas concertaban acciones para ocultar el dinero obtenido de forma ilícita.

La base legal de las escuchas tiene tantos vacíos que España es periódicamente reprendida en foros internacionales por su indefinición, que suele asociarse a un margen de maniobra del juez demasiado amplio. Tanto, que ningún magistrado ha sido juzgado antes por ordenar escuchas, según subrayan varios expertos consultados.

"Cada día se ordenan escuchas y muchas acaban declarándose ilegales sin que le suceda nada al juez", subraya Hernán Hormazábal, catedrático de Derecho Penal. Y añade: "Existen cauces legales para recurrir y si se anulan, la prueba pasa a ser nula, pero nunca se ha perseguido a un juez por ello".

"Todos los jueces cometemos errores cada día y se saldan con la nulidad", opina Amaya Olivos, magistrada de Jueces para la Democracia en Barcelona, quien no oculta su preocupación: "Si el debate sobre los errores empieza a dirimirse por la vía de la prevaricación se entrará en un terreno muy delicado: ¿empezaremos a ser imputados si nos equivocamos en un auto motivado?", se pregunta.

La propia Fiscalía ha aportado en el juicio contra Garzón ejemplos de dos escuchas que afectaron también a los letrados y que nadie consideró "monstruosas": la impulsada para intentar localizar el cuerpo de la joven Marta del Castillo y las del ya fallecido Pablo Vioque, condenado por narcotráfico.

02 Señalado
Varios participantes, pero sólo un imputado


Garzón no ordenó en solitario las polémicas escuchas: laspidió la Policía, las avaló la Fiscalía y las prorrogó un mes el juez que prosiguió la instrucción cuando llegó al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Antonio Pedreira. Pese a ello, la acusación únicamente se ha dirigido contra Garzón.

José María Mena, ex fiscal jefe de Catalunya, lo considera "sorprendente", aunque posible "por el elemento subjetivo del delito": le imputan por supuesto "especial interés".

Pero al mismo tiempo, el exfiscal advierte de las consecuencias de la singularidad de seleccionar sólo a uno de los que participaron en la decisión de impulsar las escuchas: "Si la base de la imputación es un juicio de intenciones, entonces el ciudadano medio puede pensar también en un juicio de intenciones del tribunal".

03 Contaminación
De la instrucción al juicio

Los tres procesos simultáneos abiertos contra Baltasar Garzón en el Supremo han supuesto un grado de contaminación sin precedentes, según coincide la gran mayoría de los juristas consultados. Es decir, forman parte del tribunal que le va a juzgar magistrados que instruyen una causa simultánea contra el mismo imputado o que resuelven sus recursos.

De los siete magistrados del tribunal de las escuchas, tres tuvieron que apartarse del caso simultáneo del franquismo por falta de imparcialidad objetiva Francisco Monterde, Juan Ramón Berdugo y Joaquín Jiménez, y sólo este último lo hizo de forma voluntaria; otro formó parte del tribunal que reactivó la causa del Santander Miguel Colmenero, otro actuará como magistrado ponente enel juicio del franquismo Andrés Martínez Arrieta, y Luciano Varela y Manuel Marchena han sido directamente los instructores de las otras dos causas abiertas.

"Hasta en el tribunal más pequeño tratan de evitar la contaminación y, en cambio, el Alto Tribunal ha ignorado los principios más elementales que preservan la confianza en la Justicia", lamenta un magistrado que ejerce en Madrid, quien admite estupefacción: "Es la primera vez que el presidente de la Sala de lo Penal [Juan Saavedra] ha tenido que ser apartado por querer juzgar cuando no se daban las condiciones mínimas de imparcialidad. ¡Y en dos ocasiones!".

04 Ritmos a la carta
El primer sumario, casi dos años durmiente

La causa de las escuchas fue la última de las tres presentadas y ha sido la primera en celebrar el juicio oral. Con un añadido: Luciano Varela culminó la instrucción de la querella del franquismo en abril de 2010 y desde entonces quedó durmiente, a la espera del juicio oral que empezará finalmente la próxima semana, lo que ha alentado todas las sospechas de que la triple iniciativa judicial en el Supremo es coordinada.

"No existe ninguna explicación jurídica que pueda justificar el retraso del juicio del franquismo durante tanto tiempo", sostiene el abogado penalista Gonzalo Boye. "En este caso, el orden sí altera el producto porque era políticamente inasumible empezar la caza de brujas con el juicio del franquismo".

05 Sin el fiscal
A juicio con la oposición del Ministerio Público


Varios de los juristas consultados señalan otra singularidad de los procesos contra Garzón: los tres tienen la rotunda oposición de la Fiscalía. Además, el Ministerio Público ha evidenciado en el juicio de las escuchas que su posición es institucional, más allá de las etiquetas ideológicas: han intervenido dos fiscales, uno progresista y otra conservadora.

El apoyo de la Fiscalía no es imprescindible para que se abra el juicio oral, pero suele ser la norma. "Una excepción es normal, ¿pero cómo explicas tres excepciones simultáneas, con el mismo imputado en tres juicios en paralelo en el Tribunal Supremo?", se pregunta un magistrado, quien formula otra pregunta retórica: "¿Es que habría que inferir que toda la Fiscalía es corrupta?".

Además, dos de los tres sumarios que afectan a Garzón el de los cursos de Nueva York y el del franquismo ni siquiera cuentan con acusación directamente concernida, sino que se sustenta sólo con la acción popular, una posibilidad todavía en entredicho porque el Tribunal Constitucional sigue sin pronunciarse sobre si ello es aceptable.

06 Pruebas
Rechazo sistemático de las peticiones


La gran mayoría de pruebas solicitadas por Baltasar Garzón para su defensa durante las dos instrucciones concluidas escuchas y franquismo han sido denegadas, lo que a juicio de varios juristas es "llamativo".

"Que se rechacen pruebas es normal, pero aquí hemos visto un rechazo sistemático y ello lo convierte en excepcional", considera Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal jefe Anticorrupción. "Estamos hablando de un acusado que además es magistrado y al que no dan facilidades para defenderse", añade.

Mercedes García Aran, catedrática de Derecho Penal, lo considera una consecuencia directa de la imputación: "No se han guardado las formas y es lógico: cuando se decide instruir una causa, nada menos que por prevaricación, en un asunto como este, luego ya no hay formas que valgan".

07 Juicios simultáneos
Facilidades para las acusaciones

Todos los expertos consideran insólito que se abran tres sumarios simultáneos en el Supremo al mismo juez por tres supuestas prevaricaciones.

Y la mayoría muestra su sorpresa por la actitud tan "laxa" que ha mostrado el Alto Tribunal con las acusaciones de prevaricación, con las que suele ser muy exigente (ver información adjunta): el instructor de la causa de los crímenes del franquismo incluso aconsejó en una providencia a la única acusación que sostenía el caso la forma en que debía corregir un escrito, mientras se daba nueva vida a la causa del Banco de Santander, ya archivadísima.

3 comentarios:

METAL dijo...

Esta escoria que es la justicia española......estoy intentando digerir la frustración que me produce la noticia......

NuMaN dijo...

Acabo de ver tu comentario en la Encrucijada de Victor...suscribo cada palabra.
Estamos igual,Menta.Da asco!

Víctor C. dijo...

Es una autentica vergüenza. Y lo de la" caza de brujas" de Garzón no tiene nombre. Yo no tengo ningún tipo de simpatía por Garzón, pero lo que no puede hacer un Tribunal Supremo es imputar a un Juez por intentar investigar crímenes contra la humanidad alegando y excusándose para ello en posible incursión de prevaricación. Y más vergonzoso áun se convierte el caso cuando es el propio Juez Varela ( del Tribunal Supremo) quien ayuda a Manos Limpias y a Falange a redactar la denuncia para que se pueda llevar a trámite.

Como ha dicho Menta en la entrada e mi blog, nos debería "doler España". Esta no es la España que yo quiero, ésta no es mi España, ni me identifico con su actual bandera ni con el funcionamiento de las instituciones.

Saludos.

DESENCHÚFATE!!

<b>DESENCHÚFATE!!</b>
(Fotografía:El mejillón suicida)