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jueves, 29 de diciembre de 2011

El cáncer, una enfermedad común en los presidentes de la región

El cáncer, una enfermedad común en los presidentes de la región

En el último tiempo, se les diagnosticó esa patología a los mandatarios Fernando Lugo, Lula, Hugo Chávez y Cristina Kirchner

La presidenta Cristina Kirchner no es la única mandataria que sufre cáncer. En los últimos años, otros líderes de la región debieron combatir esa enfermedad durante sus mandatos o una vez que abandonaron sus cargos.

En 2009, la por entonces jefa de Gabinete, Dilma Rousseff, fue diagnosticada con un cáncer en el sistema linfático. Luego de realizar un tratamiento durante un año, la actual presidenta de Brasil logró curarse.

Asimismo, en agosto de 2010, le diagnosticaron un linfoma no Hodkins (no agresivo) al mandatario de Paraguay, Fernando Lugo, de 60 años, quien luego de seis sesiones de quimioterapia se recuperó de la afección.

En junio de este año, el presidente de Venezuela Hugo Chávez, de 57 años, anunció que padecía un cáncer, cuyo tipo y localización nunca fue precisado a la prensa.

En un discurso desde La Habana, Chávez admitió que había sido sometido a una segunda operación , en la que se le removió un "tumor abscesado'' con presencia de "células cancerígenas".

Por su parte, el popular ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, de 66 años, generó una enorme conmoción en su país al comunicar de manera oficial que padecía un cáncer de laringe. Tras tres sesiones de quimioterapia, los médicos del ex mandatario anunciaron que el tumor se había reducido en un 75% y que no sería necesario que se someta a una operación.

"Nos estamos especializando en América del Sur en enfrentar y derrotar el cáncer [...], porque Lula también lo derrotará", aseguró Chávez, tras enterarse de la noticia sobre la salud del ex mandatario de Brasil, al mismo tiempo que aseguró, en tono irónico, que en cualquier momento se celebraría una cumbre de presidentes que han derrotado la enfermedad.

Uno de los casos más recientes de líderes latinoamericanos víctimas de esa enfermedad fue el de José Alencar, vicepresidente brasileño y compañero de fórmula de Lula, que en enero falleció a los 79 años tras derivaciones de un cáncer abdominal contra el que luchaba desde 1997. El millonario empresario pasó por unas 17 operaciones para combatir tumores en un riñón, el estómago y la próstata, a lo largo de años de convalecencia en la que no obstante se mantuvo al frente de la vicepresidencia de Brasil.

Esta noche, Chávez reveló que rompió en llanto cuando el líder cubano Fidel Castro le anunció personalmente que tenía cáncer. El mandatario contó que lloró "por el pueblo, por lo pobres" y que inmediatamente después rezó, según consignó la agencia Télam.

Fuente:http://www.lanacion.com.ar/1435999-el-cancer-una-enfermedad-comun-en-los-lideres-regionales
(Martes 27 de diciembre de 2011)

jueves, 15 de diciembre de 2011

A Diez Años De La Renuncia De De La Rúa


Cacerolazo y renuncia de De la Rua

De la Rúa: "El peronismo instrumentó un golpe y conspiró con el FMI"

El ex presidente reveló cuáles fueron para él los factores que provocaron su renuncia al Poder Ejecutivo en diciembre de 2001; además, negó haber recibido sobornos de la multinacional alemana Siemens.


A diez años del final de su mandato, Fernando De la Rúa reflexionó sobre las causas que motivaron su renuncia en medio de una profunda crisis política, económica y social. El ex presidente se mostró sereno y apuntó con dureza contra dos actores que, según su visión, provocaron su salida en helicóptero de la Casa Rosada aquel 20 de diciembre de 2001: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Justicialismo.

Durante una entrevista con el programa Con Voz Propia , que emite la señal de cable América 24, De la Rúa aseguró que el peronismo orquestó en aquel entonces un asalto al poder a través de un "golpe civil", impulsado por Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf. "El peronismo instrumentó un golpe civil, trajo violencia a la Plaza de Mayo y conspiró con el FMI. Fue una maniobra de Duhalde y Ruckauf, quienes venían operando hace meses", enfatizó.


El ex mandatario, además, acusó al FMI de "ahogar" económicamente a la Argentina. "El Fondo quería ahogar al país y fuimos víctimas de eso. Nos tiró a la zanja. Coincido con los Kirchner en que el FMI es lo peor que nos ha pasado", indicó, al tiempo que admitió que recibió un gobierno con déficit, en recesión y con altas tasas de desempleo. "Con un contexto internacional desfavorable, era muy difícil recuperarse y tener recursos propios", afirmó.

Enseguida, agregó: "Cometí dos errores: creer que el FMI iba a cumplir con su rol de asistencia y que el peronismo no avanzaría en la toma del poder".

Por otra parte, el ex presidente admitió que la renuncia del por entonces vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez debilitó su gobierno y que le dolió que el radicalismo no lo acompañara. "Me dolió que me dejaran solo [por la UCR]. La historia escribirá si acompañaron o no el golpe que puso en marcha el justicialismo de la provincia de Buenos Aires", analizó.

El ex mandatario aseguró que "los líderes parlamentarios del justicialismo y del radicalismo", el partido con el que llegó al poder, lo llevaron a renunciar.

"El justicialismo había dicho que me reclamaban un gesto, y yo entendí que mi renunciamiento era una contribución a los fines de preservar las instituciones de la República, de modo que se produjera la continuidad sin un golpe violento", explicó.

De la Rúa mencionó que aquel 19 de diciembre muchos dirigentes justicialistas "habían largado el asalto final, pero se les desbordó" y luego le "pidieron que declarara el Estado de Sitio", una medida que, una década después, consideró que fue un "error".

"Totalmente fue un error, tanto que no se aplicó porque lo derogué al día siguiente. Pero el grave error fue informarlo por la televisión. Yo quería proteger a los argentinos", apuntó.

Respecto de los escándalos de corrupción que lo rozaron durante su permanencia en el poder, el caso de los sobornos de la multinacional alemana Siemes y el presunto pago de coimas en el Senado , De la Rúa se mostró dispuesto a probar su inocencia. "Nosotros dejamos sin efecto el contrato de Siemens y la conducta del gobierno fue trasparente", exclamó, indignado.

En ese marco, el ex jefe del Estado dijo que las acusaciones sobre el presunto pago de coimas en el Senado "está basado en cosas falsas". "Unjo para que el juicio del Senado se haga de inmediato. Es una falsedad absoluta, de principio a fin", concluyó.

Por último, expresó que tiene "respeto" por Cristina Kirchner, a quien deseó "la mayor suerte" en "momentos difíciles que se encuentra el país".

"Ojalá encuentre actitudes de grandeza que no hallé en esos tiempos", sostuvo.



Fuente:http://www.lanacion.com.ar/1432852-de-la-rua-el-peronismo-instrumento-un-golpe-y-conspiro-con-el-fmi

miércoles, 7 de diciembre de 2011

EL EGOISMO: CARACTERÍSTICA INHERENTE A LA ESPECIE HUMANA



EL EGOISMO: CARACTERÍSTICA INHERENTE A LA ESPECIE HUMANA


Comenzaré dando la definición que recoge la RAE sobre el término “Egoísmo”:
egoísmo.
(Del lat. ego, yo, e -ismo).
1. m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.
2. m. Acto sugerido por esta condición personal.


Atendiendo a la acepción recogida en la Real Academia Española, podríamos considerar que esta condición no es exclusiva del ser humano y que se presenta en las demás especies animales. Todo el reino animal sin excepción presenta esta característica desde el momento en que se le dota del instinto de supervivencia. Este instinto hace que el individuo actúe como ser individual en los momentos en que su vida está en peligro, desatendiendo de esta manera la circunstancia de cualquier otro sujeto. El Hombre no se libra de este instinto de supervivencia pese a que en la época actual parece quedar más enmascarado.


Cómo se ha dicho, la condición egoísta se da en todas las especies animales al estar éstas dotadas del instinto de supervivencia. Pero en el ser humano esta condición se hace más ostensible cuando dicha característica es llevada al ámbito social. Los grupos humanos se basan es dos grandes aspectos, los sociales y los económicos. Normalmente es en el aspecto económico en el que esta abyecta condición se aprecia notablemente. En la actualidad el sistema económico que rige la globalidad mundial es el llamado “ sistema capitalista”. Este sistema presenta sus pros y sus contras. Es liberal al ofrecer libertad de actuación con ciertos márgenes preestablecidos de antemano pero crea desigualdades sociales. Existen otros sistemas económicos que facilitan el reparto de la riqueza y en consecuencia la supresión de desigualdades en la sociedad.

El sistema capitalista ofrece , como hemos dicho, libertad para actuar con nuestro dinero y con el dinero de otros, como es el caso de lo bancos. Al tratarse de un sistema establecido por convención humana, esto es, por legislación legal consensuada por quienes nos dirigen, no podríamos hablar de incursión en delito al hacer uso de este sistema económico. Pero es un sistema que socialmente fomenta que el humano presente su condición egoísta. Por tanto es un sistema que deja a relucir la verdadera condición del ser humano y que bajo la máscara de la acomodación natural dicha condición puede llegar a no percibirse lo suficiente, pero está fuertemente presente.


Nadie es altruista


Cualquier tipo de acción humana por altruista que esta parezca no deja de ser motivada por la abyecta condición egoísta. La mismísima madre Teresa de Calcuta buscaba satisfacer sus creencias y valores religiosos, porque eso le hacía sentirse bien consigo misma. Así por ejemplo, el acto de dar una moneda a un indigente no es más que una acción motivada por el ánimo de sentirnos bien, porque no dándole esa moneda nos sentiríamos mal y ante todo quienes no queremos sentirnos mal somos nosotros. Por tanto estamos dando la moneda al indigente para sentirnos bien nosotros. Y aunque del verdadero motivo o transfondo de la acción no seamos conscientes, nuestro subconsciente si se percata de ello y se convierte en el verdadero responsable del acto. En este tipo de acción se produce un hecho que no se da en las acciones netamente egoístas y es el de hacer que mediante nuestra acción otro u otros se beneficien, aunque no sea el principal motivo que nos condujo a la acción. Por eso yo distingo entre acciones egoístas y acciones netamente egoístas. En las primeras pese a que el propósito es egoísta la consecuencia que se da es altruista, mientras que en el segundo tipo de acción tanto la causa como la consecuencia es egoísta.


Pongamos un ejemplo de cada una de ellas:


Acción Egoísta con consecuencia Altruista:


- “He de ir a África a intentar en la medida en que me sea posible paliar el hambre de aquellas personas que no tienen nada que llevarse a la boca.”


En esta acción la causa es egoísta, puesto que si no lo hago me entristezco al ver que hay personas que se mueren de inanición y yo no quiero estar triste. Pero la consecuencia de la acción es Altruista ya que al hacerlo independientemente del propósito de la acción, habrá gente que agradezca poder alimentarse.


Acción netamente Egoísta:

- “Intentaré crear una empresa que fabricará un producto muy demandado. Sé que debido a esto tendré que echar residuos al río y esto podría afectar a la salud de la gente del pueblo de al lado pero yo podré enriquecerme, así que me da igual la salud de la gente. Además, para fabricar mis productos necesitaré explotar las riquezas naturales de países del tercer mundo, haciendo con ello que las personas que viven allí se empobrezcan aún más, pero es la única manera de que yo como empresario empiece a medrar.”



En esta acción se ve claramente que no existe consecuencia altruista y por lo tanto no es necesario dar más explicaciones.


Concluimos que toda acción llevada a cabo por el ser humano es egoísta pero que existen grados distintos dentro de esta mezquina condición inherente a todos.  Ahora sólo cabe preguntarse qué es lo que lo que el ser humano no ha entendido en todos estos años de evolución social y qué es lo que estamos haciendo mal  para que el sistema que rige la economía mundial esté basado  en  acciones netamente egoístas.



miércoles, 30 de noviembre de 2011

Dos Miradas Alternativas A Los Medios Masivos Sobre Siria E Irán

1)La demonización de Irán

Patrick Cockburn
CounterPunch

Traducido para Rebelión por Loles Oliván


Irán ha sido denunciado en Washington como la fuente de donde procede buena parte del mal en Oriente Próximo. Arabia Saudí y sus aliados suníes ven la mano de Teherán en las protestas de Bahréin y en las de la Provincia Oriental rica en petróleo de Arabia Saudí. Ante la salida de las últimas fuerzas estadounidenses de Iraq a finales de año se están produciendo nefastas advertencias al respecto de que Iraq se está convirtiendo en un peón de Irán.
Esta demonización de Irán parece a veces preparar el terreno para un ataque militar de Estados Unidos e Israel a Irán. La propaganda acumulada es muy similar a la dirigida contra el Iraq de Sadam Husein en 2002. En ambos casos, un Estado aislado con recursos limitados se presenta como un peligro real para la región y para el mundo. Se da crédito oficial a teorías de la conspiración, poco probables y a veces cómicas, como el supuesto complot de un concesionario de automóviles usados iraní-estadounidense en Texas en equipo con la Guardia Revolucionaria iraní para asesinar al embajador saudí en Washington. El programa nuclear de Irán se identifica como una amenaza en la misma medida y del mismo modo que las inexistentes armas de destrucción masiva de Sadam Husein.

Por ello, resultó un golpe duro que el distinguido abogado egipcio-estadounidense Cherif Bassiuni, quien dirigió la Comisión de Investigación Independiente de Bahréin sobre los disturbios de este año, afirmara rotundamente en sus 500 páginas del informe la semana pasada que no hay pruebas de la participación iraní en los acontecimientos de Bahréin. Esa había sido la convicción esencial de la familia real de Bahréin y de los monarcas del Golfo. El temor a una intervención armada iraní fue la justificación para que Bahréin solicitara una contundente fuerza militar de 1.500 miembros dirigida por Arabia Saudí el 14 de marzo de este año antes de sacar a los manifestantes de las calles. Bahréin contó incluso con buques de guerra kuwaitíes para patrullar las costas de la isla en el caso de que Irán tratara de entregar armas a los manifestantes chiíes partidarios de la democracia.

Sin duda, los reyes y emires del Golfo se creen de verdad sus propias teorías de la conspiración. Muchos de los torturados durante la brutal represión de Bahréin han dado pruebas desde entonces de que sus torturadores en repetidas ocasiones les preguntaron sobre sus vínculos con Irán. Pacientes hospitalarios de mediana edad fueron obligados a firmar confesiones en las que admitían ser miembros de un complot revolucionario iraní. Después de aceptar el informe Bassiuni, el rey Hamad bin Isa al-Jalifa dijo que, aunque su gobierno no podía presentar pruebas claras, el papel de Teherán se hizo evidente para “todo el que tenga ojos y oídos”.

La misma paranoia sobre Irán se encuentra profundamente entre los suníes de Oriente Próximo. Un disidente de Bahréin que huyó a Qatar a principios de este año, me dijo que “la gente en Qatar me preguntaba si había un túnel que conduce desde la plaza de la Perla [el punto de reunión de los manifestantes] a Irán. Lo decían solo medio en broma”.

La identificación del activismo político chií con Irán ha calado demasiado profundo en la mente de los suníes como para borrarla. La semana pasada presencié un resurgimiento de las protestas entre los dos millones de chiíes de Arabia Saudí, en su mayoría en la Provincia Oriental. Los disturbios comenzaron cuando un hombre de 19 años, llamado Nasser al-Mheishi, fue asesinado en uno de los muchos puestos de control en Qatif, de acuerdo con Hamza al-Hassan, un activista de la oposición. Él dice que lo que alimentó la ira popular fue la negativa de las autoridades durante varias horas a permitir que su familia se llevara el cadáver. Al igual que en el pasado, el Ministerio del Interior saudí dijo que los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes fueron “ordenados por patrones extranjeros”, que es siempre la forma en que el Estado saudí se refiere a Irán.

La oposición dice que los comentarios en Twitter y en Internet de saudíes no chiíes muestran que la política del gobierno de culpar de todo a Irán puede que ya no convenza tanto como antes. “Estamos al borde de un estallido” comentaba una mujer de forma gráfica.

Las protestas en la Provincia Oriental probablemente se intensificarán. Como en otros lugares del mundo árabe, la juventud ya no obedece a los líderes tradicionales. El monarca saudí y el bahreiní podrán culpar a la televisión iraní de inflamar la situación pero lo que realmente enciende la ira chií es lo que ven en YouTube o lo que leen en Twitter y en Internet. Lo que influye en los manifestantes no es tanto Irán como el ejemplo de jóvenes manifestantes similares a ellos que exigen derechos políticos y civiles en El Cairo y Siria.

En el año del Despertar Árabe, el medio tradicional saudí de conseguir que los notables locales calmen las cosas ya no funciona. La semana pasada, aquellos se quejaron ante el gobernador de la Provincia Oriental, el príncipe Mohammad bin Fahd, (quien les había pedido que asistieran a una reunión en la capital provincial, Dammam) de que ya no podían convencer a su gente de que pusieran fin a las protestas porque sus llamadas a la moderación a comienzos de año no habían producido ninguna concesión del gobierno saudí con respecto a la discriminación contra los chiíes. Los prisioneros chiíes detenidos sin juicio desde 1996 no han sido liberados.

En Arabia Saudí y Bahréin la creencia de que la mano oculta de Irán está detrás de las protestas ha conducido a ambos gobiernos a cometer un grave error. Han llegado a creerse que se enfrentan a una amenaza revolucionaria, cuando los chiíes de Bahréin y los saudíes se conformarían con una participación equitativa en los empleos, con cargos oficiales y negocios. Los chiíes quieren unirse al club, no volarlo por los aires. Negándose a ver esto, los monarcas saudí y bahreiní desestabilizan sus propios Estados.

Irán nunca ha sido tan fuerte como sus enemigos lo representan o como le gustaría ser. En muchos sentidos, la satanización de los dirigentes de Irán como una amenaza para la región cumple con la ambición de Irán de presentarse como una potencia regional.

En la práctica, su retórica sedienta de sangre siempre se ha combinado con una política exterior cautelosa y cuidadosamente calculada.

El presidente George W. Bush y Tony Blair siempre se refirieron a Irán como si tuviera el objetivo de desestabilizar al gobierno iraquí. Una estupidez, porque Teherán estuvo encantado de ver el final de su antiguo enemigo Sadam Husein y su reemplazo por un gobierno electo iraquí dominado por partidos religiosos chiíes. El ministro de Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, solía decir que era divertido, en las conferencias donde estaban representados tanto Estados Unidos como Irán, ver a estadounidenses e iraníes denunciándose con furia unos a otros por sus nefastas acciones en Iraq, y luego hacer discursos de apoyo al gobierno iraquí muy similares.

¿Se moverán ahora los iraníes a llenar el vacío dejado por la salida de tropas estadounidenses? Ciertamente, la importancia de Estados Unidos en Iraq caerá porque sus soldados se habrán ido y porque ya está gastando menos dinero en el país. En un momento dado, por ejemplo, la financiación de la mujabarat iraquí [policía secreta] no figuraba en el presupuesto iraquí porque la pagaba en su totalidad la CIA.

Considerar que el dominio de Irán sobre Iraq es inevitable resulta ingenuo: hay demasiados actores poderosos, como Turquía y Arabia Saudí. Los chiíes de Iraq difieren marcadamente en tradición y en creencias con respecto de sus correligionarios iraníes. Y los kurdos y los suníes se opondrán. Si Irán extiende demasiado su mano, como hizo Estados Unidos después de 2003, se convertirá en el blanco de una horda de enemigos diferenciados.

En Bahréin, Arabia Saudí e Iraq el papel de Irán como provocador de los disturbios se ha inventado o se ha exagerado. Sin embargo la misión de tratar a pacíficos manifestantes como revolucionarios que actúan en nombre de Irán se ha cumplido. La próxima vez, puede que los reformistas frustrados busquen ayuda exterior.

Fuente: http://www.counterpunch.org/2011/11/28/the-demonization-of-iran/
desde:http://rebelion.org/noticia.php?id=140355

2)Mentiras y verdades sobre Siria
-GUERRA MEDIÁTICA-
por Thierry Meyssan


Hace 8 meses que los dirigentes occidentales y ciertos medios públicos de difusión vienen haciendo campaña a favor de una guerra contra Siria. Las acusaciones extremadamente graves que vienen lanzando contra Bachar el-Assad intimidan a quienes se preguntan si sería justo o no desencadenar une nueva intervención militar. Pero, ¿intimidan a todos? No. Con el respaldo de la Red Voltaire, algunos han venido a verificar los hechos sobre el terreno y han podido comprobar la verdadera envergadura de la propaganda de la OTAN. Thierry Meyssan hace un balance del estado de la guerra mediática.

En 1999, durante la guerra de Kosovo, la Red Voltaire expresó su indignación sobre el hecho que Francia participara en la guerra junto a la OTAN sin que se realizara un voto al respecto en la Asamblea Nacional y con la silenciosa complicidad de los presidentes de los grupos parlamentarios. Señalamos entonces que la negativa del presidente de la República y del primer ministro a organizar un verdadero debate permitía presagiar la opacidad que rodearía la conducción de la guerra.

También tomamos entonces la iniciativa de publicar un boletín cotidiano sobre el conflicto. La OTAN destruyó de inmediato los sitios web del gobierno serbio impidiéndonos así tener acceso a la versión serbia sobre los hechos. Para remediar esa carencia nos suscribimos a las agencias de prensa de la región (las de Croacia, Bosnia, Grecia, Chipre, Turquía, Hungría, etc.).

Durante todo el conflicto ofrecimos un resumen diario de la conferencia de prensa que ofrecía la OTAN en Bruselas y también un resumen de los testimonios de los periodistas de países vecinos; países que, habían tenido a veces graves diferencias con Serbia, pero cuyos gobiernos narraban los hechos de la misma manera. A medida que iba pasando el tiempo, la versión de la OTAN y la de los periodistas locales fueron separándose, hasta que llegó el momento en que ya no tenían nada en común.

Al final eran ya dos historias radicalmente diferentes. No teníamos cómo saber quién mentía o si una de las dos partes estaba diciendo la verdad. Nuestros lectores tenían la impresión de estar volviéndose esquizofrénicos, sobre todo si se tiene en cuenta que los medios de prensa de Europa occidental sólo repetían la versión de la OTAN y que, por lo tanto, nuestros lectores sólo tenían dos versiones paralelas cuando nos leían a nosotros.

Proseguimos esa línea de trabajo a lo largo de los 3 meses de duración de los combates. Cuando por fin cesó el tronar de las armas, los colegas y amigos que pudieron entonces viajar a los lugares de los hechos comprobaron con estupor que no hubo «propaganda de ambas partas».

No, la versión de la OTAN era enteramente falsa mientras que la de los periodistas locales era enteramente real. Durante los siguientes meses informes parlamentarios de varios países miembros de la OTAN permitieron comprobar los hechos. Varios libros fueron publicados sobre el método concebido por el consejero de prensa de Tony Blair, método que permitió a la OTAN manipular a toda la prensa occidental y que se conoce como «story telling».

Se puede intoxicar a todos los periodistas occidentales y esconderles los hechos si se les cuenta un cuento de niños, a condición de no interrumpir jamás la narración, de cargarla con referencias capaces de despertar lejanas reminiscencias y de mantener su coherencia.

No tuve entonces el reflejo de irme rápidamente a Serbia antes de que estallara la guerra y ya no pude hacerlo cuando comenzó el tronar de las armas. Pero en este momento, amigo lector, me encuentro en Siria, donde he tenido tiempo de investigar como es debido y desde allí escribo este artículo. Es por lo tanto con conocimiento de causa que afirmo aquí que la máquina de propaganda de la OTAN se ha puesto nuevamente en marcha en el caso de Siria, como anteriormente sucedió en Serbia.

La OTAN está contando una historia que no tiene nada que ver con la realidad y lo hace con ánimo de justificar una «intervención militar humanitaria», al estilo del oxímoron blairiano. Y ahí termina el paralelismo: Slobodan Milosevic era un criminal de guerra que nos presentaron como un autor de crímenes contra la humanidad para justificar el desmembramiento de su país; Bachar el-Assad es un combatiente de la resistencia antiimperialista y antisionista que apoyó al Hezbollah cuando el Líbano fue agredido y que además respalda al Hamas y a la Yihad islámica en su lucha por la liberación de la patria palestina.

Cuatro mentiras de la OTAN

1. Según la OTAN y sus aliados del Golfo, masivas manifestaciones vienen desarrollándose en Siria desde hace 8 meses en demanda de más libertades y del retiro del presidente Bachar el-Assad.

Falso. Sólo en algunas ciudades, y al llamado de predicadores sauditas y egipcios a través de Al-Jazzera, se produjeron algunas manifestaciones contra el presidente Bachar el-Assad y lo cierto es que esas manifestaciones reunieron, cuando más, un total de 100 000 personas. En dichas manifestaciones no se pedía más libertad sino la instauración de un régimen islámico. Si se exigía la dimisión del presidente al-Assad no era por causa de su política sino porque los manifestantes apoyaban una corriente sectaria del sunnismo, la corriente takfiri, y afirman que Bachar el-Assad es un hereje –porque es alauita– sin derecho por lo tanto a ejercer el poder en un país musulmán que, según la corriente takfiri, sólo puede ser gobernado legítimamente por un sunnita perteneciente a la misma escuela teológica que la corriente takfiri.

2. Según la OTAN y sus aliados del Golfo, el «régimen» respondió a las manifestaciones dispersando a las multitudes con el uso de municiones de guerra, lo cual habría provocado al menos 3 500 muertos en lo que va de año.

Falso. En primer lugar, es imposible reprimir manifestaciones que nunca han tenido lugar. Además, desde el principio mismo de los incidentes, las autoridades comprendieron que el objetivo era provocar enfrentamientos de índole confesional en un país donde el laicismo ha sido la columna vertebral del Estado desde el siglo VIII. Así que el presidente Bachar el-Assad prohibió a las fuerzas de seguridad, a la policía y el ejército, el uso de armas de fuego en cualquier circunstancia en la que existiese la más mínima posibilidad de herir a civiles. Su objetivo es impedir que la existencia de heridos o muertos de tal o más cual confesión pueda servir de pretexto para justificar una guerra confesional. Las fuerzas de seguridad están aplicando esas instrucciones presidenciales al pie de la letra, incluso, como veremos más adelante, al precio de poner en peligro las vidas de sus propios miembros. En cuanto a la cantidad de muertos, en realidad son la mitad de la suma mencionada. Y la mayoría no son civiles sino soldados y policías, lo cual pude comprobar personalmente en el transcurso de mis visitas a hospitales y morgues civiles y militares.

3. Cuando logramos romper el muro del silencio y que numerosos medios de prensa reconocieran la presencia en Siria de escuadrones de la muerte provenientes del exterior que asesinan civiles en las ciudades y tienden emboscadas al ejército, la OTAN y sus aliados del Golfo empezaron a hablar de un ejército de desertores. Según la OTAN y sus cómplices del Golfo, hubo militares (no policías) que recibieron órdenes de disparar contra la gente por lo que decidieron rebelarse y conformar un ejército sirio libre, que ya contaría con 1 500 hombres.

Falso. Sólo se han producido unas pocas decenas de deserciones y los desertores han huido a Turquía, donde están bajo las órdenes de un oficial miembro del clan de Rifaat el-Assad y Abdel Hakim Khaddam, públicamente vinculado a la CIA. Lo que sí existe es un creciente número de jóvenes que se niegan a hacer el servicio militar, a menudo debido a presiones de sus familiares más que por decisión propia, ya que los militares que caen en una emboscada no tienen derecho a defenderse haciendo uso de sus armas si se hallan civiles en el lugar. Así que los militares tienen que estar dispuestos a sacrificar sus propias vidas si no tienen cómo escapar a sus agresores.

4. Según la OTAN y sus aliados del Golfo, el ciclo revolución/represión ha cedido su lugar a un principio de «guerra civil». Atrapados en esa circunstancia, 1,5 millones de sirios estarían siendo víctimas del hambre. Sería por lo tanto conveniente organizar «corredores humanitarios» para permitir el envío de alimentos y la huida de los civiles que deseen abandonar las zonas de combate.

Falso. En relación con el número y la crueldad de los ataques perpetrados por los escuadrones provenientes del exterior, los desplazamientos de población son poco numerosos. Siria es un país autosuficiente en el plano agrícola y la producción no ha disminuido significativamente. Sí existen, en cambio, frecuentes interrupciones de la circulación a través de las carreteras en las que se producen la mayoría de las emboscadas. Además, al producirse algún ataque dentro de una ciudad, los comerciantes cierran de inmediato sus establecimientos. Esto ha venido ocasionando graves problemas de distribución, incluso en lo tocante a la alimentación. Pero ni siquiera son esas las verdaderas causas del problema. Son las sanciones económicas las que están provocando un desastre. Siria, país que a lo largo del decenio había registrado una tasa anual de crecimiento del 5%, ya no puede vender sus hidrocarburos a Europa occidental y su industria turística está siendo gravemente afectada. Mucha gente ha perdido así sus empleos y sus ingresos y se ve por lo tanto obligada a economizar en todos los aspectos. El gobierno está haciéndose cargo de esas personas y está distribuyendo gratuitamente combustible (para la calefacción) y alimentos. Lo cierto es que, ante tal situación, hay que decir que sin la ayuda del gobierno de el-Assad, 1,5 millones de sirios serían hoy víctimas de la desnutrición por causa de las sanciones de los países occidentales.

En definitiva, aunque nos encontramos aún en una etapa de guerra no convencional, con envío de mercenarios y de fuerzas especiales para desestabilizar el país, la narración que ofrecen la OTAN y sus aliados del Golfo ya se aleja considerablemente de la realidad. Y el abismo entre esa imagen y la realidad de los hechos ira acentuándose cada vez más. En lo que a usted concierne, amigo lector, al no hallarse usted en el lugar de los hechos, no tiene razón alguna para confiar en mí más que en la OTAN. Pero sí existen, sin embargo, algunos indicios que pueden indicarle cómo orientarse.

Cuatro evidencias que la OTAN se empeña en ocultar

1. Sería lógico creer que las acusaciones sobre la supuesta represión y la cantidad de víctimas han sido objeto de la más cuidadosa comprobación. Pero no es así. Todos los datos al respecto provienen de una sola fuente: el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede… en Londres, cuyos responsables se escudan tras el más estricto anonimato. ¿Qué valor pueden tener esas graves acusaciones si no se confrontan con los informes de otras fuentes? ¿Por qué instituciones como la Oficina del Alto Comisario de la ONU para los Derechos Humanos se hacen eco de tales acusaciones sin tomarse el trabajo de comprobar su veracidad?

2. Rusia y China recurrieron al veto contra un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que abría el camino a una intervención militar internacional. Los responsables políticos de la OTAN nos explican, apenados, que los rusos están protegiendo su base naval militar del puerto sirio de Tartus y que los chinos son capaces de cualquier cosa con tal de obtener unos cuantos barriles de petróleo. ¿Debemos aceptar el concepto maniqueo de que Washington, Londres y París hacen gala de buenos sentimientos mientras que Moscú y Pekín son esencialmente egoístas e insensibles al martirio de un pueblo? ¿Es posible no darnos cuenta de que Rusia y China tienen muchos menos interés en defender Siria que los países occidentales en destruirla?

3. Resulta ciertamente extraña la composición de la coalición de estos países supuestamente bien intencionados. ¿Podemos acaso pasar por alto el hecho que los dos principales contribuyentes de la Liga Árabe y promotores de la «democratización» en Siria son precisamente Arabia Saudita y Qatar, dos dictaduras al servicio de Estados Unidos y de Gran Bretaña? ¿Podemos acaso dejar de preguntarnos si los mismos países occidentales que acaban de destruir sucesivamente Afganistán, Irak y Libia –donde ya demostraron lo poco que les importa la vida humana– son realmente honestos cuando enarbolan el estandarte humanitario?

4. Y ante todo, para no dejarnos manipular en cuanto a los acontecimientos en Siria, es esencial ponerlos en su contexto. Para la OTAN y sus aliados del Golfo –cuyos ejércitos ya invadieron Yemen y Bahrein ahogando allí en sangre las manifestaciones– la «revolución siria» es la prolongación de la «primavera árabe», según la cual los pueblos de la región aspiran a la democracia de mercado y al confort del American Way of Life.
Por el contrario, para rusos y chinos, al igual que para venezolanos y sudafricanos, lo que sucede en Siria es la continuación del «rediseño del Medio Oriente ampliado» anunciado por Washington y que ya ha dejado 1,2 millones de muertos, un proceso al que toda persona preocupada por la vida humana debe sentirse deseosa de poner fin. Estos últimos recuerdan que, el 15 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush programó 7 guerras. Los preparativos para el ataque contra Siria comenzaron oficialmente el 12 de diciembre de 2003 con el voto de la Syrian Accountability Act, en medio de la euforia por la caída de Bagdad. Desde ese día, el presidente de Estados Unidos –cargo que hoy ejerce Barack Obama– cuenta con la autorización del Congreso para atacar Siria y ni siquiera está obligado a presentarse ante los parlamentarios estadounidenses antes de dar la orden de abrir fuego. Así que la cuestión no es saber si la OTAN ha encontrado una justificación divina para desencadenar la guerra sino más bien si Siria podrá encontrar un medio de salir de esta situación, como ya logró hacerlo ante todas las acusaciones difamatorias, y para no caer en todas las trampas anteriores, como el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri o el ataque israelí contra una imaginaria central nuclear militar.

Los «grandes medios de prensa comercial» occidentales ante los hechos y como testigos

Ya al terminar este artículo quisiera señalar, amigo lector, que la Red Voltaire facilitó una gira de prensa organizada por iniciativa del Centro Católico de Información de los Cristianos de Oriente, en el marco de la apertura a los medios de prensa occidentales, apertura que el propio presidente el-Assad anunció a la Liga Árabe.

Nosotros mismos ayudamos a los periodistas de los grandes medios a viajar a las zonas de combate. Nuestros colegas se sintieron al principio incómodos en nuestra compañía, al mismo tiempo porque tenían de nosotros una imagen negativa preconcebida y porque creían trataríamos de lavarles el cerebro. Pero pudieron comprobar posteriormente que somos personas normales y que nuestro compromiso no nos ha hecho renunciar a nuestro espíritu crítico.

En definitiva, a pesar de que están íntimamente convencidos de la bondad de la OTAN y de que no comparten nuestro propio compromiso antiimperialista, pudieron ver y oír la realidad de los hechos. Con honestidad, mencionaron en sus trabajos las acciones de las bandas armadas que siembran el terror en el país.

También es cierto que se abstuvieron de contradecir abiertamente la versión atlantista y que trataron de conciliar con esa versión lo que ellos mismos habían podido ver y oír, lo cual los obligó a veces a hacer toda una serie de piruetas alrededor del concepto de «guerra civil» entre el ejército sirio y mercenarios extranjeros. En todo caso, los reportajes de la Radio Televisión Belge (RTBF) o los del diario La Libre Belgique, por citar tan sólo dos casos, demuestran que desde hace 8 meses la OTAN ha venido escondiendo las acciones de los escuadrones de la muerte extranjeros cuyos crímenes atribuye a las autoridades sirias.

Fuente:http://www.voltairenet.org/Mentiras-y-verdades-sobre-Siria

sábado, 26 de noviembre de 2011

El Mundo en que vivimos

Dibujos para Pensar
Por: Darío Valle Risoto

Dibujos de:  Pawel Kuczynski

Nuestra querida colaboradora María Garín siempre nos envía material interesante, en este caso una serie de dibujos tan creativos como duros sobre este mundo en que nos toca vivir.

Difícil aceptar que estamos en medio de las situaciones más injustas de toda la historia de la humanidad si tomamos en cuenta que la globalización y el avance en las comunicaciones y el transporte nos pone a un paso de todo y sin embargo seguimos tolerando que el vecino se muera de hambre.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Algo más sobre deuda (¿qué hacemos con 134.000 millones de planetas Tierra de oro puro?)

Algo más sobre deuda
(¿qué hacemos con 134.000 millones de planetas Tierra de oro puro?)

Jorge Riechmann
tratar de comprender, tratar de ayudar


Salvar la Tierra, se titulaba dramáticamente el número de junio de 2010 de Investigación y ciencia (la versión española de Scientific American). Pero la cuestión es: o salvar la Tierra, o hacer buenos negocios. Se trata de una disyunción excluyente: ambas propuestas no son viables a la vez.

El desajuste último, el que condena de forma inapelable a este sistema económico –el capitalismo que precisa una expansión constante, aunque se encuentra dentro de una biosfera finita–, es una idea errónea: tratar de vivir dentro de un planeta esférico y limitado como si se tratase de una Tierra plana e ilimitada.

Como si los recursos naturales fuesen infinitos, como si la entropía no existiese, como si los seres humanos fuésemos omnipotentes e inmortales.

Blas de Otero –de quien por fin se han publicardo los poemas póstumos agrupados en Hojas de Madrid, con la galerna– quería escribir “la poesía en los siglos futuros con el pan en medio de la mesa y un avión a Marte todos los miércoles”. No llegó a intuir –como le pasa a la mayor parte de nuestra izquierda— que el esfuerzo por inaugurar la línea aérea a Marte (que no se inaugurará jamás, dicho sea de paso) es una de las causas que impiden que haya pan encima de cada mesa.

Basta hacer números durante diez minutos para saber que esta civilización está condenada. Incluso la devolución de la deuda, el prerrequisito del capitalismo, resulta matemáticamente posible sólo a corto plazo. En un cálculo al que me he referido otras veces (y que recuerda el buen George Monbiot), Heinrich Haussmann mostró que un simple pfennig –un céntimo de marco alemán– invertido al 5% de interés compuesto en el año cero de nuestra era habría sumado en 1990 ¡un volumen de oro equivalente a 134.000 millones de veces el peso del planeta! (Decía el físico Albert Bartlett que “la mayor carencia del ser humano es su incapacidad para entender las implicaciones de la función exponencial”. [1])

Y el capitalismo persigue un valor de producción conmensurable con el reembolso de la deuda… Puro wishful thinking: pero a semejantes disparates se subordinan las políticas y las vidas humanas (así como las no humanas, claro está) bajo la dominación del capital.

Endeudarse para crecer, y crecer para pagar las deudas: así se ligan capitalismo financiarizado y devastación ecológica.

No hay en el planeta Tierra recursos naturales suficientes para pagar la deuda emitida, acumulada, aceptada. Esa montaña de dinero virtual ha de ser denunciada (la banca privada es una de las instituciones que no podemos permitirnos en una sociedad sostenible).

Un sistema socioeconómico que sólo sabe abordar la realidad –las realidades— en términos de rentabilidad y beneficio está condenado. Esto es una obviedad: pero una obviedad sobre la que no podemos insistir demasiado, ya que las mayorías sociales, en nuestros países, siguen sin verla.

Seguir pensando hoy en términos de business as usual –más crecimiento del consumo para que tire de la producción; más aumento de la producción para incrementar el consumo; más endeudamiento para crecer más; más crecimiento para pagar la deuda— resulta equivalente a ser niños de 35 años que patalean en el suelo: ¡no es verdad, no puede ser, los Reyes Magos existen, no son los padres!

Pero ya vamos siendo mayorcitos, ¿verdad? ¿Ya se nos puede decir que los Reyes Magos son los padres? ¿Y que el “desarrollo sostenible” basado en un supuesto desacoplamiento (decoupling) entre crecimiento económico e impacto ambiental es, o bien engaño de los poderosos, o bien autoengaño?

[1] Se hallarán algunos textos de este profesor de Física de la Universidad de Colorado (Boulder) en su web http://www.jclahr.com/bartlett/. Debo esta cita a Pedro Prieto.


Jorge Riechmann es profesor de Filosofía Moral de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de Ecologistas en Acción



Fuente: http://tratarde.wordpress.com/2011/11/21/algo-mas-sobre-deuda-que-hacemos-con-134-000-millones-de-planetas-tierra-de-oro-puro/
Desde: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=139781

domingo, 20 de noviembre de 2011

Y Después Del 20N ¿Qué?

Fuente: http://mundodesconocido.com/
(http://mundodesconocido.com/WordPress/?p=2487)

Y después del 20-N ¿que?
En el siguiente Videoprograma, miramos al pasado, vemos el presente y especulamos sobre lo que el futuro nos va a deparar.
Miramos al 20-N como una frontera entre la Pre-Crisis y la auténtica Crisis que nos acecha, proponemos responsables de la actual situación y como se ha consentido la misma.
Asimismo, hacemos mención sobre el siguiente 1er Congreso Camino del Misterio que se celebrará en Madrid el día 3 de Diciembre.
Os animamos a visionar el siguiente videoprograma en el que dibujamos un panorama realista de lo venidero.

Las izquierdas en el ojo de la tormenta

Las izquierdas en el ojo de la tormenta

Raúl Zibechi
La Jornada


En la edición de noviembre de Le Monde Diplomatique, Serge Halimi desarrolla en un extenso artículo su visión de los problemas que atraviesa la izquierda europea. En La izquierda que ya no queremos desgrana una fuerte crítica a los gobiernos que se proclaman socialistas por su manejo de la crisis, ya que no encuentra mayores diferencias entre lo que hacen los conservadores y los progresistas una vez que conducen la cosa pública.

"La izquierda reformista se distingue de los conservadores mientras dura la campaña por un efecto óptico. Luego, cuando se da la ocasión, se esfuerza por gobernar como sus adversarios para no perturbar el orden económico, para proteger la platería del castillo"

Lo interesante de su análisis es que apuesta por rupturas. Rescata el triunfo electoral del Frente Popular francés en 1936, no por lo que hizo el gobierno, sino porque su victoria liberó un movimiento de revuelta social al dar a los obreros la sensación de que ya no chocarían como antes con el muro de la represión policial y patronal. En suma, apuesta por lo electoral en tanto pueda ser un activador de la protesta social para procesar las necesarias rupturas con el capitalismo. Es un cambio respecto de la tradicional estrategia de las izquierdas, no sólo europeas, ya que el sujeto vuelve a ser la lucha social, la lucha de clases, y ya no los aparatos político-electorales.

Halimi reconoce los riesgos que encierra la crisis actual, o sea, el desborde del capital financiero contra los Estados luego de su ataque frontal a los sectores populares. Su análisis no alcanza, pese a todo lo positivo que incluye, a diseñar una estrategia alternativa a la que hasta ahora fue hegemónica en las izquierdas: tanto las europeas como las de los países periféricos, tanto moderadas como radicales. Muchos de los dilemas que se le plantean al continente que vio nacer el sindicalismo, el socialismo y el comunismo y que parece resignarse más que otros a su desaparición, son en realidad problemas que nos aquejan a todos los anticapitalistas en todas partes del mundo.

Los resumiré en dos aspectos: no tenemos estrategias para vencer al capital, ni electorales ni insurreccionales, y no tenemos siquiera un imaginario alternativo a las urnas o a la toma del palacio. En segundo lugar, no hemos puesto en pie economías autosustentables, capaces de sostener la vida y de entusiasmar a los de abajo a dedicar todas sus energías a esas tareas. En suma, si llegamos a triunfar contra el capital, no sabemos con qué sustituir el capitalismo, salvo empeñarnos en repetir aquel socialismo de Estado (que en realidad era un capitalismo de Estado autoritario) que fracasó a finales de la década de 1980.

No es dramático carecer de estrategias, por lo menos durante un tiempo. Lo terrible sería creer que sabemos hacia dónde vamos y con qué pretendemos sustituir un sistema que agoniza. La crisis en curso, que apunta a la desarticulación geopolítica del mundo conocido, dividido en centro, semiperiferia y periferia, y a la parálisis de la acumulación de capital (o sea a la guerra de conquista como manifestación extrema de la acumulación por desposesión), implica que las fuerzas antisistémicas ya no podrán seguir operando en los escenarios conocidos.

Socialdemocracia, socialismo, comunismo y movimiento sindical están paralizados porque el mundo en el que nacieron y crecieron está desapareciendo rápidamente. Aun eso que llamamos movimientos sociales está en crisis, porque ya no pueden seguir actuando del mismo modo. Ya se habla de crisis de la democracia, de golpes de Estado, adivinando que aquel mundo que dio a luz las ideas y prácticas emancipatorias está en bancarrota. Eso es la crisis del capitalismo o el fin del sistema-mundo capitalista.

Cuando las izquierdas dicen que el capitalismo está en crisis, apenas se asoman a una media verdad. Si aceptamos que estamos ante la crisis del sistema-mundo, debemos comprender que nosotros somos parte de esa crisis, porque nuestros movimientos nacieron en ese sistema y están llamados a desaparecer con él. Por eso se trata de construir otra cosa, de imaginar otras estrategias para cambiarnos en el mundo, porque no sólo se trata de cambiar el mundo, como si fuera algo externo a nosotros.

Faltan dos cuestiones. La primera es comprender que hace falta mucha más crisis para que algo pueda cambiar. Hace falta que el sistema se desmorone, y debemos trabajar para que eso suceda. Cuando algo se derrumba es evidente que nosotros caemos, y ese es un riesgo que no podemos eludir, porque sería vanidoso pretender que podemos salvarnos por el solo hecho de creernos revolucionarios, y porque resulta éticamente inaceptable ocultar ese riesgo a los seres humanos con los que convivimos y con quienes militamos.

Hay habilidades para reducir el impacto de un derrumbe siendo parte de lo que se autodestruye. Pero es bueno saber que la lógica de un derrumbe consiste en que no se puede controlar el proceso entero, porque las cosas en la vida real no funcionan como esas demoliciones programadas que nos muestra la televisión. En esta caída sistémica hay un impulso interior autodestructivo incontrolado (léase sistema financiero o guerra nuclear). En ese escenario debemos reconstruir algo que no sea capitalismo.

La segunda cuestión es que hay que hacer no capitalismo aquí y ahora, porque lo que venga luego del derrumbe no se puede improvisar. Sólo los pueblos indígenas y campesinos, los afrodescendientes y sectores populares urbanos de nuestro continente tienen experiencia en vivir de este modo. Sus saberes serán imprescindibles para sobrevivir en las caídas y para hacer un mundo mejor. Pero, claro está, nada de eso es útil para ganar elecciones. La lógica del mal menor también está en crisis, escribe Halimi. Además critica a la izquierda radical, que sueña con aislarse en una contrasociedad aislada de las impurezas del mundo y poblada de seres excepcionales.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/11/18/index.php?section=opinion&article=024a1pol
Desde:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=139642

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Anguita da su primer mitin en 12 años por la "inmensa gravedad del momento"


Anguita da su primer mitin en 12 años por la "inmensa gravedad del momento"

El histórico dirigente de IU advierte: "Con las cabezas vacías, lo único que haremos será pegar voces"
ALFONSO ALBA Córdoba 16/11/2011 22:18

Por primera vez desde octubre de 2000, cuando dejó la Coordinación General de IU, Julio Anguita dio este miércoles un mitin en la ciudad en la que fue alcalde: Córdoba. Ante más de 500 personas, Anguita confesó que volvía a comandar un acto público para pedir el voto de la formación que fundó hace 25 años ante “la inmensa gravedad del momento” y el “panorama pavoroso de la crisis de la civilización occidental”.

Desde su salida de la política activa, Anguita ha ocupado un segundo plano. Desde el año 2007 “dedico cada noche a estudiar la crisis” y poco a poco está dando pasos adelante. Este miércoles, arengó a los militantes de IU a “leer” y “estudiar” porque es “revolucionario”, a “salir de las sedes” y a desempolvar “la cantidad de propuestas que IU ha hecho en su historia”. “Con las cabezas vacías, lo único que haremos será pegar voces”, lamentó.

Julio Anguita, que no ha dejado de dar conferencias en todos estos años pero que en muy pocas ocasiones ha hablado las interinidades de IU, instó a los militantes “a salir a la calle” a “hablarle claro al pueblo”. “La batalla electoral empieza el lunes”, insistió, “así que o sois todos la representación de IU, no solo nuestros cargos en las instituciones, o esto es un circo”. “Tenemos que predicar con el ejemplo y demostrar que somos otra gente”, zanjó, en un mitin que sonó a reprimenda a una militancia que ha estado dormida desde hace años y que según Anguita tiene que desperar para que “dentro de 4 años” IU pueda diseñar “un discurso propio” para “un proyecto común” al que se puedan sumar otras formaciones y no al revés. “La derecha está ahí porque alguien le puso la alfombra roja”, insistió ante la “inmensa estafa” del discurso del PSOE “de que viene la derecha”.

El ex coordinador general de IU denunció los “golpes de estado contra el sistema social cuando se quitan gobiernos sin que la voluntad popular lo decida” y que la nueva política económica está convirtiendo en un “trapo” la Constitución y arrasando la Declaración de Derechos Humanos. Además, Anguita explicó que se está cumpliendo punto por punto lo que IU advirtió a mediados de los 90 cuando se opuso al Tratado de Maastricht. “Los políticos deben saber que tienen que obedecer las órdenes de los mercados, advirtió el presidente del Bundesbank en 1994”, precisó Anguita. “Pero los ingenuos, partidos y sindicatos, cayeron en esta inmensa trampa”.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La tragedia del capital de Occidente



La tragedia del capital de Occidente

Pepe Escobar
Al-Jazeera
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Un pequeño curso de finanzas globales 2.0: La deuda se encuentra en el Norte atlantista, acaudalado. Los recursos están en el Sur global. Y el supremo banquero (renuente) de último recurso es el Reino del Medio, personificado por el Todopoderoso Hu (Jintao).

El nombre del juego –Marx vuelto a visitar por Ocupad el Mundo– es lucha de clases. Es capitalismo de casino, también llamado turbo-neoliberalismo financiero, como lo practica una elite de modernidad líquida del uno por ciento, contra los que poseen un poco de algo, no poseen y no tienen nada, también conocidos como el 99%.

No podría haber una demostración más gráfica de la tesis de Slavoj Zizek de que el matrimonio del capitalismo y la democracia ha terminado que la tragedia griega que se apoderó del festival de la deuda en Cannes.

Si hay algo capaz de provocar un terror mortal en la oligarquía de la Unión Europea (UE) es el concepto de un referendo popular.

¿Cómo os podéis atrever a consultar a la “chusma” sobre nuestra política de Austeridad para Siempre, la única capaz de satisfacer a los mercados financieros?

Basta para hacer que los zombis no elegidos como el presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi (ex vicepresidente de Goldman Sachs Internacional, el presidente del Consejo Europeo Herman van Rompuy (miembro de la Comisión Trilateral y del Club Bilderberg) y el jefe de la Comisión Europea (CE) Joao Manuel Barroso sueñen con una zona de exclusión aérea de la OTAN, repleta de drones y de Fuerzas Especiales para imponer su voluntad.

Rendíos, o si no ya veréis

El guión cinematográfico hecho en el BCE en Frankfurt se os presenta en la escuela NHOA (“No hay otra alternativa”). La acción aburrida, monocromática, mezcla predeciblemente privatizaciones salvajes con devastación social.

La Europa “democrática” funciona como en los buenos tiempos de Brezhnev; una troika –FMI, BCE, UE– que ejerce un régimen totalitario, aunque de un modo caótico.

‘Merkozy’ –esa polinización cruzada esperpento/robot…- solo puede emitir un grito aciago: ‘coon…traacción’. ‘coon…traacción’ como en la interminable contracción monetaria y fiscal prescrita por la UE.

No importa que Italia tenga un superávit primario. No importa que la deuda combinada pública y privada de Italia sea un 250% de su PIB, mucho más baja que la de Francia, el Reino Unido, EE.UU. y Japón.

Italia se encuentra actualmente bajo el volcán porque el monstruo ‘coon…traacción’ de la UE la ha lanzado a la recesión.

Y el cambio de régimen no cambiará las cosas.

No es ninguna sorpresa que el candidato preferido para suceder al primer ministro Silvio “bunga bunga” Berlusconi sea Mario Monti: es máximo director de la CE, presidente europeo de la Comisión Trilateral y miembro del Grupo Bilderberg. Otra luminaria de la quintaesencia del uno por ciento.

“Europa” –es decir, la subsecta oligárquica franco-alemana– pensó que la eurozona podía ser salvada por el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).

Pero ahora incluso esa burbuja –que no es nada más que un montón de “garantías” prodigadas a una compañía fantasma de Luxemburgo– está a punto de ser devorada por el Zombi Supremo, el Dios del Mercado.

Un fondo monstruoso de rescate semejante establecido como un chanchullo al estilo de Goldman Sachs está extremadamente expuesto a tener que encontrar un rescate para sí mismo. No se puede inventar algo parecido, ni siquiera en Hollywood.

Mientras tanto, la mendiga del FMI, la elegante e intachable Christine Lagarde, pide ahora un poco de dinero de bolsillo a los miembros del BRICS Rusia y China.

Pero madame Lagarde, enzarzada en soliloquio con sus botones de Dior, sabe perfectamente que eso no funcionará, y que no será suficiente para “salvar” el modelo que el FMI, el BCE y “Merkozy” insisten en aplicar.

Mira al Sur, joven

Los indignados del globo –de Grecia y España a EE.UU. y más allá– por lo menos son muy conscientes de las maquinaciones del uno por ciento.

Como cuando se informan del sorprendente rendimiento del Índice de materias primas básicas de Goldman Sachs, el más negociado en todo el mundo. El índice de la quintaesencia del uno por ciento duplica e incluso triplica el coste del trigo, el arroz y el maíz, llevando así a cientos de millones del 99% de todo el globo al hambre terminal.

¿Cómo dejar de pensar que otro mundo tiene que ser posible?

El 99% de Ocupad el Mundo son soñadores en un sentido muy de mayo del 1968, “sé realista, pide lo imposible”. Soñadores de un modo agradablemente horizontal, no vertical o piramidal.

Quieren rescatar la política –cuando los políticos han perdido toda legitimidad– como un debate de ideas, no de egos o ideología. La patética farsa del G20 de la semana pasada demostró una vez más que tienen razón.

Quieren una República del sentido común. Quieren una asamblea popular en cada vecindario y en cada aldea. Contra el dinero como valor moral y las finanzas de casino como un Dios iracundo, quieren rescatar el poder de la inteligencia colectiva.

Lo que necesitamos ahora es llegar a la masa crítica en todo el mundo.

En cierto sentido, es como si hubiera habido una lectura colectiva de El rebelde de Albert Camus, publicado hace seis décadas. El uno por ciento de la época despreciaba fuertemente al que veían como un pequeño argelino, hijo de una empleada de hogar y sin diploma, que se presentaba como filósofo.

Pero mucho antes de la generación de Google y Twitter, Camus mostró que la rebelión migra inevitablemente de la reacción individual a la colectiva, encarnada en su hermosa formulación “Me rebelo, por lo tanto soy”.

Pero no hay que equivocarse. La contrarrevolución del uno por ciento del turbo-capital ya comenzó, y será más que implacable. La historia muestra que cada crisis del capitalismo se "resuelve" mediante una represión absoluta.

Lo urgente es buscar estrategias efectivas. Incluyen todo, desde llamados a una huelga general hasta el debate que precede a la creación de nuevos grupos políticos.

Todos somos responsables

Suramérica, que ha sobrevivido a torrentes de terribles “ajustes estructurales” del FMI y que ahora forja lentamente su integración e independencia, siempre negada por el uno por ciento neocolonial y sus sátrapas locales, puede ayudar mucho.

En una discusión muy ilustrativa con dirigentes del MST brasileño –Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra, uno de los movimientos sociales más importantes del mundo– me explicaron cómo han pasado de la lucha por la reforma agraria a una batalla mucho más matizada contra los actuales poderosos intereses transnacionales de la agroindustria que ha forjado una intrincada alianza con el gobierno de Lula.

Esto muestra cómo incluso un movimiento social amplio con una enorme base popular tiene que calibrar constantemente su lucha estratégica.

En un frente paralelo, es urgente que haya una traducción al inglés de La Potencia Plebeya, una colección de ensayos del vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, uno de los intelectuales más cruciales de Latinoamérica.

Linera señala esencialmente que el uno por ciento y sus subalternos han “vendido” el concepto del interés como una esfera separada de la sociedad civil. Y que la sociedad civil solo puede existir como política si se subordina a los o sacerdotes políticos.

Este, argumenta Linera, es un arcaísmo que data de Hobbes y Montesquieu. Y el 99% debe ser consciente de este hecho, y combatirlo.

Linera acuña el concepto de “ciudadanía irresponsable” para describir a las masas votantes desconcertadas bajo el hechizo de una farsa neoliberal.

Para la “ciudadanía irresponsable”, el “ejercicio de derechos políticos solo es una ceremonia de renuncia a la voluntad política, y a la voluntad de gobernar, para colocarla en manos de una nueva casta de dueños privados de la política, que se atribuyen el conocimiento de técnicas sofisticadas e impenetrables de dominio y gobierno”.

Por lo tanto la lucha crucial es contra esos “dueños privados de la política”, y sus amos del uno por ciento, sea en El Cairo, Manhattan, Madrid o Lahore. ¿G-20? Olvidadlo; es más bien G-7.000 millones. Si somos auténticos indignados contra un sistema que hay que derrocar, todos somos responsables.


Pepe Escobar es corresponsal itinerante de Asia Times. Su último libro se titula Obama Does Globalistan (Nimble Books, 2009).


Fuente: http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2011/11/201111875829175119.html
Desde:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=139207

viernes, 11 de noviembre de 2011

Chávez y su sospecha por el cáncer de Lugo, de Lula y la muerte de Kirchner


Hugo Chávez señaló a la política de estado del gobierno de USA como posible responsable de las enfermedades de Lugo en Paraguay, Lula y Rousseff en Brasil y la de él mismo en Venezuela. El mandatario aseguró que Rafael Correa estuvo a punto de ser asesinado y basa sus dichos en un libro sobre los intentos de asesinato contra Fidel Castro en Cuba.


“Que cosa tan extraña esto que está pasando en América Latina con algunos líderes progresistas. Murió Kichner. Luego el cáncer de Dillma (Rousseff), el de (Fernando) Lugo, de Chávez, y ahora de (Luis Inácio) Lula”, expresó el dignatario durante un contacto telefónico con el programa Kiosco Veraz que trasmite Venezolana de Televisión. Añadió que luego que fuera anunciada la noticia del cáncer que padece el expresidente brasileño, han surgido algunas especulaciones sobre esta terrible coincidencia, aunque sin base científica, que sugieren una conexión con algunas acciones imperialistas.

Expresó, al respecto, que actualmente está leyendo un libro del escritor venezolano Luis Brito García, que hace referencia a los más de 900 atentados del Gobierno de USA contra el líder cubano Fidel Castro.

El texto también recuerda que el año pasado, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, “escapó de milagro” de morir. “Y contra Chávez no se sabe cuántos (atentados) hubo”, expresó.

Comentó, asimismo, la extraña muerte del líder palestino, Yasser Arafat, por causa de un misterioso desorden en la sangre y la suposición de que el Mossad (agencia de inteligencia israelí) le haya administrado talio, tóxico empleado como rodenticida, para provocar su deceso.

Sin embargo, Chávez advirtió que todo lo afirmado “sólo son especulaciones”. “No vayan a decir de inmediato por el mundo, que yo estoy acusando a alguien del cáncer que me dio, o del que le llegó a Lula […] No tengo ninguna razón para afirmar nada al respecto”, sostuvo.

Chávez mencionó, además, otros datos que demuestran que USA ha utilizado a lo largo de su historia el asesinato como política de Estado.

Recordó que la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) asesinó en Vietnam a más de 23.000 presuntos miembros del Vietcom y en el año 1965, a medio millón de supuestos comunistas en Indonesia.

“Hace pocos días, Barack Obama proclamó el genocidio en Libia como el modelo de las relaciones internacionales, y dijo que ‘casi lloró de emoción’ cuando vio el asesinato de Gadaffi”, expresó Chávez.

A juicio del mandatario, ahora USA tiene la vista puesta en Siria, Irán, Venezuela y sobre los nuevos liderazgos de América Latina.

Finalmente, expresó que ha recomendado a Evo Morales, Daniel Ortega y otros presidentes “que se cuiden mucho”. “No es que vamos a andar ahora con una obsesión o una manía persecutoria, pero es verdad, el asesinato ha sido utilizado por el Imperio desde hace mucho tiempo como política de Estado”, puntualizó el presidente Hugo Chávez.

Fuente:urgente24.com
A través de:www.radiosappo.wordpress.com

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Dónde está la izquierda en esta tormenta económica?

Serge Halimi
Le Monde diplomatique

Traducido para Rebelión por Caty R.

Mientras el capitalismo vive su crisis más grave desde los años 30, los principales partidos de izquierda parecen mudos y confusos. Como mucho prometen remendar el sistema. Más a menudo intentan demostrar su sentido de la responsabilidad y recomiendan, ellos también, una purga liberal. ¿Cuánto tiempo puede durar este juego político cerrado mientras se inflama la cólera social?
Los estadounidenses que se manifiestan contra Wall Steet también protestan contra sus representantes del Partido Demócrata y de la Casa Blanca. Sin duda ignoran que los socialistas franceses siguen invocando el ejemplo de Barack Obama. Al contrario que Nicolás Sarkozy, el presidente de Estados Unidos ha sabido, según ellos, actuar contra los bancos. Quien no quiere (o no puede) atacar a los pilares del orden liberal (financiarización, globalización de los flujos de capitales y mercados) intenta personalizar la catástrofe, imputar la crisis del capitalismo a los errores de concepción o gestión de su adversario interior. Así, en Francia echarán la culpa a Sarkozy, en Italia a Berlusconi y en Alemania a Merkel. Muy bien, ¿y en otros sitios?

En otros sitios, y no solo en Estados Unidos, los dirigentes políticos presentes durante mucho tiempo como referencias de la izquierda moderada también se enfrentan a las manifestaciones de indignados. En Grecia Georges Papandreu, presidente de la Internacional Socialista, lleva a cabo una política de austeridad draconiana que combina privatizaciones masivas, supresión de empleos en la función pública y entrega de la soberanía de su país en materia económica y social a una «troika» ultraliberal (1). De la misma forma los gobiernos de España, Portugal o Eslovenia también nos recuerdan que el término «izquierda» se ha depreciado hasta el punto de que no se asocia a un contenido político en particular.

Uno de los grandes fiscales del atolladero de la socialdemocracia europea es el portavoz… del Partido Socialista (PS) francés. «Dentro de la Unión europea, revela Benôit Hamon en su último libro, el Partido Socialista Europeo (PSE) está asociado históricamente al compromiso que le une a la Democracia Cristiana en la estrategia de la liberalización del mercado interior y sus consecuencias sobre los derechos sociales y los servicios públicos. Son los gobiernos socialistas los que han negociado los planes de austeridad que gustan a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional (FMI). En España, Portugal y Grecia, por supuesto, la protesta contra los planes de austeridad se dirige contra el FMI y la Comisión Europea, pero también contra los gobiernos socialistas nacionales (…). Una parte de la izquierda europea solo critica los fallos, igual que la derecha europea, sacrificar el Estado del bienestar para restablecer el equilibrio presupuestario y halagar a los mercados (…). En algunos lugares del mundo fuimos un obstáculo para el avance del progreso. Yo no me resigno» (2).

En cambio otros consideran que esa transformación es irreversible porque tendría su origen en el aburguesamiento de los socialistas europeos y su alejamiento del mundo de los trabajadores.

Aunque también bastante moderado, el Partido de los Trabajadores (PT) brasileño considera que la izquierda latinoamericana debe tomar el relevo de la izquierda del Viejo Continente, demasiado capitalista, demasiado atlantista y cada vez menos legítima cuando pretende defender los intereses populares: «En la actualidad existe un desplazamiento geográfico de la dirección ideológica de la izquierda en el mundo, señalaba el pasado mes de septiembre un documento preparatorio del congreso del PT. En este contexto, Sudamérica se diferencia (…). La izquierda de los países europeos, que tanto ha influenciado a la izquierda de todo el mundo desde el siglo XIX, no ha logrado aportar las respuestas adecuadas a la crisis y parece capitular frente a la dominación del neoliberalismo» (3). El declive de Europa probablemente es también el declive de la influencia ideológica del continente que vio nacer el sindicalismo, el socialismo y el comunismo –y que parece resignarse más voluntariamente que otros a su desaparición-.

¿Entonces, hemos perdido la partida? Los electores y militantes de izquierda que se aferran a los contenidos más que a las falsas etiquetas, ¿pueden esperar, incluso en los países occidentales, combatir a la derecha con los compañeros conquistados por el liberalismo aunque sigan disfrutando de una hegemonía electoral? El baile, en efecto, se ha convertido en un ritual: la izquierda reformista se diferencia de los conservadores durante la campaña por un efecto óptico. Después, cuando llega el momento, dicha izquierda se dedica a gobernar igual que sus adversarios, sin alterar el orden económico y protegiendo el dinero de las personas del entorno del poder.

La necesidad, e incluso la urgencia de transformación social que proclaman la mayoría de los candidatos de izquierda en el ejercicio de las responsabilidades gubernamentales exigen, obviamente, que vayan más allá de una retórica electoral. Pero también… que accedan al poder. Y es en ese punto concreto donde la izquierda moderada imparte la lección a los «radicales» y a los demás «indignados». La izquierda moderada no espera la «grand soir» [ruptura revolucionaria donde todo es posible, n. de t.] ( Il y a un siècle aux Etats-Unis, un débat fondateur ); no sueña con acurrucarse en una «contra-sociedad» aislada de las impurezas del mundo y poblada de seres excepcionales ( Des gens formidables …). Para retomar los términos empleados hace cinco años por Françoise Hollande, no quiere «obstaculizar en vez de hacer. Frenar en vez de avanzar. Resistir en vez de conquistar». Y considera que no combatir a la derecha es protegerla, y por lo tanto elegirla» (4). En cambio la izquierda radical, según él, prefiere «montar en cólera por todo» en vez de «optar por el realismo» (5).

La izquierda que gobierna, esa es su jugada maestra, dispone «aquí y ahora» de tropas electorales y ejecutivos impacientes que le permiten asegurar el relevo. «Vencer a la derecha», sin embargo, no es un programa o una perspectiva. Una vez celebradas las elecciones, las estructuras establecidas –nacionales, europeas o internacionales- amenazan con impedir la voluntad de cambio expresada en la campaña. Así, en Estados unidos, Obama puede pretender que los lobbies industriales y la obstrucción parlamentaria de los republicanos han socavado su voluntad y su optimismo (Yes, we can) aunque estaba respaldado por una amplia mayoría popular.

Por otra parte, los gobernantes de izquierda se excusan por su prudencia o su cobardía invocando las «obligaciones», una «herencia» (falta de competitividad internacional del sector productivo, los niveles de la deuda, etc.) que serían obstáculos para su margen de maniobra. «Nuestra vida pública está dominada por una extraña dicotomía, analizaba Lionel Jospin ya en 1992. Por un lado, se reprocha al poder (socialista) el desempleo, los problemas de los suburbios, las frustraciones sociales, el extremismo de la derecha y la desesperanza de la izquierda. Por otra parte se añade el hecho de no disponer de una política económica y financiera, lo que vuelve más difícil el tratamiento de lo que se denuncia» (6). Veinte años después, la formulación de esta contradicción no ha envejecido nada.

Los socialistas señalan que la derrota electoral de la izquierda generalmente desencadena la puesta en marcha por parte de la derecha de un arsenal de «reformas» liberales –privatizaciones, reducción de los derechos sindicales, recorte de los gastos públicos- que destruirían las herramientas potenciales para hacer otra política. De ahí el «voto útil» en su beneficio. Pero su derrota también puede conllevar virtudes pedagógicas. Por ejemplo Hamon concede que en Alemania «las elecciones legislativas (de septiembre de 2009) que dieron al SPD su peor resultado (23% de los votos) desde hacía un siglo, convenció a los dirigentes del partido de la necesidad de un cambio de orientación» (7).

Los socialistas griegos se vanaglorian de actuar más rápido que Margaret Thatcher…

Un «restablecimiento doctrinal» , aunque de una amplitud modesta, se dio en Francia tras la derrota legislativa de los socialistas en 1993 y en el Reino Unido tras la victoria del partido conservador en 2010. Y sin duda bien pronto aparecerán escenarios similares en España y Grecia, ya que no parece probable que los gobernantes socialistas de esos países puedan imputar sus próximas derrotas a una política excesivamente revolucionaria… Para defender la causa de Papandreu, la diputada socialista griega Elena Panaritis se ha atrevido incluso a recurrir a una referencia asombrosa: «Margaret Thatcher necesitó once años para llevar a cabo sus reformas en un país que tenía problemas estructurales menos importantes. ¡Nuestro programa sólo lleva en marcha catorce meses!» (8). En resumen, «¡Papandreu mejor que Thatcher!».

Para salir de esta trampa es necesario establecer la lista de las condiciones previas para meter en vereda la globalización financiera. Sin embargo inmediatamente surge un problema: teniendo en cuenta la abundancia y sofisticación de los dispositivos que se han incrustado desde hace treinta años en el desarrollo económico de los Estados y la especulación capitalista, incluso un programa de reformas relativamente fácil (menos desigualdad fiscal, progresión moderada del poder adquisitivo de los salarios, mantenimiento de los gastos de educación, etc.) ahora implica un número significativo de rupturas. Rupturas con el actual orden europeo y también con las políticas a las que los socialistas están alineados (9).

Son necesarios, por ejemplo, un cuestionamiento de la «independencia» del BCE (los tratados europeos garantizan que su política monetarista escape de cualquier control democrático), una flexibilización del pacto de estabilidad y crecimiento (que en períodos de crisis asfixia la estrategia voluntarista de lucha contra el desempleo), denuncia de la alianza entre liberales y socialdemócratas en el Parlamento Europeo (que ha llevado a estos últimos a apoyar la candidatura de Mario Draghi, exbanquero de Goldman Sachs, como director del Banco Central Europeo), sin hablar del libre comercio (la doctrina de la Comisión Europea), de una auditoría de la deuda pública (con el fin de no reembolsar a los especuladores que han apostado contra los países más débiles de la Eurozona); sin todo eso, la partida empezará mal de entrada.

E incluso estará perdida de antemano. En efecto, nada permite creer que Hollande en Francia, Sigmar Gabriel en Alemania o Edward Miliband en el Reino Unido triunfarán donde Obama, Zapatero y Papandreu ya han fracasado. Imaginar que «una alianza que hace de la unión política de Europa el centro de su proyecto» garantiza, como espera Massimo D’Alema en Italia, «el renacimiento del progresismo» (10) se parece (en el mejor de los casos) a soñar despierto. En el actual estado de las fuerzas políticas y sociales, una Europa federal solo puede cerrar más los mecanismos liberales ya asfixiantes y despojar un poco más a los pueblos de su soberanía al confiar el poder a oscuras instancias tecnócratas. Por otra parte, ¿la moneda y comercio no son ámbitos ya «federalizados»?

Sin embargo, en tanto que los partidos de izquierda moderados continúen representando a la mayoría del electorado progresista –sea por adhesión a su proyecto o por el sentimiento de que esa constituye la única perspectiva de una alternancia aproximada- las formaciones políticas más radicales (o los ecologistas) se encontrarán condenados al papel de figurantes, de fuerzas de apoyo o para hacer ruido. Incluso con el 15% de los sufragios, cuarenta y cuatro diputados, cuatro ministros y una organización que agrupa a cientos de miles de adeptos, el Partido Comunista Francés (PCF), entre 1981 y 1984, nunca influyó en la programación de las políticas económicas y financieras de François Mitterrand. El naufragio de Refundación Comunista en Italia, presa de su alianza con los partidos de centro izquierda, no constituye un precedente más emocionante. Entonces se trataba de recordar, prevenir a cualquier precio la vuelta al poder de Silvio Berlusconi. Lo cual pasó de todas formas, pero después.

El Frente de Izquierda francés (perteneciente al PCF) quiere contradecir esos augurios. Presionando al Partido Socialista espera que este se libere de «sus atavismos». A priori la apuesta parece ilusoria, incluso desesperada. Sin embargo, si integra otros factores aparte de la relación de fuerzas electorales y las obligaciones institucionales, puede prevalerse de precedentes históricos. Así, ninguna de las grandes conquistas sociales del Front populaire (vacaciones pagadas, semana de 40 horas, etc.) estaba inscrita en el programa (muy moderado) de la coalición victoriosa de abril-mayo de 1936; fue el movimiento de huelgas de junio el que se las impuso a la patronal francesa.

La historia de ese período no se resume sin embargo en la presión irresistible de un movimiento social sobre los partidos de izquierda tímidos o asustados. Fue la victoria del Front populaire la que liberó un movimiento de revolución social y dio a los trabajadores el sentimiento de que no se enfrentarían al muro de la represión policial y patronal. Envalentonados, también sabían que los partidos a los que acababan de votar no les darían nada si no les retorcían la mano. De ahí esa dialéctica victoriosa –pero tan rara- entre elección y movilización, urnas y fábricas. Un gobierno de izquierda que no afrontase una presión semejante se encerraría rápidamente en una cámara cerrada con una tecnocracia que desde hace mucho tiempo ha perdido la costumbre de hacer cualquier cosa que no sea liberalismo. Tendría como única obsesión seducir a las agencias de calificación, de las que nadie ignora que «rebajan» inmediatamente a cualquier país que se compromete a una verdadera política de izquierda.

Como una estrella muerta, la República Central lanza sus últimos rayos

Entonces, ¿audacia o estancamiento? Desde el amanecer hasta el crepúsculo nos machacan con los riesgos de la audacia –aislamiento, inflación, degradación-. Sí, pero ¿y los riesgos del estancamiento? Al analizar la situación de la Europa de los años 30, el historiador Karl Polanyi recordaba que: «el callejón en el que se ha metido el capitalismo liberal», en varios países desembocó entonces en «una reforma de la economía de mercado realizada al precio de la extirpación de todas las instituciones democráticas» (11). ¿Pero de qué soberanía popular pueden todavía valerse las decisiones europeas tomadas a remolque de los mercados? Incluso un socialista tan moderado como Michel Rocard se alarma: todo nuevo endurecimiento de las condiciones impuestas a los griegos podría provocar la suspensión de la democracia en ese país. «Dada la situación colérica en la que se va a encontrar ese pueblo, escribía el mes pasado, se puede dudar de que algún gobierno pueda mantenerse sin el apoyo del ejército. Esta lamentable reflexión sirve, por supuesto, para Portugal, Irlanda y otros más grandes. ¿Hasta dónde?» (12).

A pesar de estar apuntalada por toda una quincallería institucional y mediática, la República Central se tambalea. Se está poniendo en marcha una carrera de velocidad entre el endurecimiento del autoritarismo liberal y el desencadenamiento de una ruptura con el capitalismo. Todavía parece lejana. Pero cuando los pueblos dejan de creer en un juego político mentiroso, cuando observan que se despoja a los gobiernos de su soberanía, cuando se obstinan en reclamar que se meta en vereda a los bancos, cuando se movilizan sin saber adónde les conducirá su ira, eso significa, a pesar de todo, que la izquierda todavía sigue viva.

Notas:

(1) Compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
(2) Benoît Hamon, Tourner la page. Reprenons la marche du progrès social, Flammarion, Paris, 2011, páginas 14-19.

(3) Agence France-Presse, 4 de septiembre de 2011.

(4) François Hollande, Devoirs de vérité, Stock, París, 2006, páginas, 91 y 206

(5) Ibid., páginas 51 y 43.

(6) Lionel Jospin, «Reconstruire la gauche », Le Monde, 11de abril de1992.

(7) Benoît Hamon, op. cit., página 180.

(8) Citado por Alain Salles, «L’odyssée de Papandréou », Le Monde, 16 de septiembre de 2011.

(9) « Cuando la izquierda renuncia en nombre de Europa », Le Monde diplomatique, junio de 2005.

(10) Massimo D’Alema, «Le succès de la gauche au Danemark annonce un renouveau européen», Le Monde, 21de septiembre de 2011.

(11) Karl Polanyi, La Grande Transformation, Gallimard, París, 1983, p. 305.

(13) Michel Rocard, « Un système bancaire à repenser», Le Monde, 4 de octubre de 2011.

Fuente: http://www.monde-diplomatique.fr/2011/11/HALIMI/46895
Desde:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=139012

viernes, 4 de noviembre de 2011

En el G-20, Cristina llamó a terminar con "el anarco-capitalismo financiero"




Ante el congreso de empresarios del G-20 en Cannes, dijo que ella propone "volver a un capitalismo en serio". Y volvió a reclamar mayores controles sobre los bancos de inversión y las calificadoras de riesgo.

Ante un grupo de empresarios y en lo que sería una anticipo de las posturas que expondrá en el G-20, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner llamó hoy a poner fin al "anarco-capitalismo financiero" actual y volvió a reclamar mayores controles sobre los bancos de inversión y las calificadoras de riesgo para que el mundo vuelva a "un capitalismo en serio".

Esta mañana en Cannes, la presidenta habló ante los empresarios que participan de la cumbre del B-20, una reunión paralela a la de los mandatarios del G-20, que reúne a las naciones más industrializadas del planeta y a un grupo de países en desarrollo.

"Lo que estoy proponiendo –dijo Cristina ante los empresarios- es volver al capitalismo en serio, porque esto que estamos viviendo, señores, no es capitalismo. Esto es un anarco-capitalismo financiero total, donde nadie controla a nadie".

Las declaraciones de la mandataria fueron aplaudidas por una parte del centenar de personas que presenciaban una mesa redonda sobre "desarrollo y seguridad alimentaria" en una reunión del B-20 que se desarrolló justo antes del inicio formal de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno.

En su exposición, reclamó además a "los que lideran el mundo" a que no se limiten "a ver en qué gasta cada país las cosas" sin que apunten sobre todo a controlar "qué hace cada banco de inversión, qué hace cada calificadora" de riesgo, tras lo cual resaltó cada movimiento brusco de los mercados bursátiles permite a "ganar fortunas" a gente que está "sentada en un escritorio manejando una computadora".

"¿Cómo vamos a hacer para que vuelva a crecer la economía si no hay consumo?", preguntó. "El capitalismo es eso, que la gente consuma y que ustedes los empresarios vendan cada vez más. Este es el tema. Esto es lo que está fallando", insistió.

(Fuente: AFP/Diario Clarín)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

LO LLAMAN DEMOCRACIA Y ES UNA DICTADURA


Un artículo de Juan Torres López, del Consejo Científico de ATTAC
Fuente:La Encrucijada, de Victor C. (Ilustración de la misma fuente)

Los medios de comunicación afirman que el anuncio de que el gobierno griego podría convocar un referéndum para decidir si Grecia aprueba el segundo plan de “ayuda” ha hecho caer las bolsas y que constituye una amenaza para la estabilidad de la economía europea. Lo primero que sorprende es que se le tenga miedo a que el pueblo decida si quiere o no una “ayuda” cuando se encuentra en una situación tan difícil.

¿No será que los medios saben perfectamente que en realidad no se trata de ayudar sino de dar una vuelta más a la soga que los poderes financieros han puesto en el cuello del pueblo para salvar, un poco más y de nuevo, a los bancos acreedores de Grecia a costa del sacrificio de la población? ¿Acaso iba a tener problemas el pueblo griego para recibir ayudas si de verdad lo fueran? ¿Y por que temen que se produzca esta expresión de democracia si sabemos perfectamente que las economías van mejor cuanta más democracia haya? ¿No dicen que lo que buscan es mejorarlas?

La verdad es que esta reacción de los medios muestra una vez más el miedo atroz a la voluntad popular que tienen los llamados mercados, los grandes financieros, los bancos, las grandes corporaciones y la clase política corrupta que ha renunciado a su poder representativo para ayudarles a mantener sus privilegios. Tienen miedo a la decisión del pueblo porque son incompatibles con la democracia incluso por muy débil y tamizada que ésta sea. No quieren dejar que el pueblo se pronuncie porque tienen la seguridad de que lo que hacen es lo contrario de lo que quiere la gente.

En España, por ejemplo, las encuestas muestran que la inmensa mayoría de la sociedad no quiere que se siga dando dinero público a los bancos y, sin embargo, los líderes políticos -lo ha dicho recientemente Rajoy- afirman continuamente que eso es imprescindible. Su vergonzosa servidumbre a los poderes financieros les lleva a presentar como ineludible lo que solo es necesario para los bancos y las grandes empresas que destruyen empleo, a otras medianas y pequeñas empresas y riqueza productiva. El rechazo continuado a que la ciudadanía exprese claramente sus preferencias y la imposibilidad de que ésta decida lo que se hace o no con la economía significan nada más y nada menos que vivimos en una dictadura. Así de simple y así de sencillo.

¿Dónde está la democracia si no podemos hacer que los asuntos económicos, que al fin y al cabo son los que nos proporcionan bienestar y satisfacción personal, se resuelvan según la voluntad de la mayoría? ¿Cómo se puede decir que hay democracia si los gobiernos no gobiernan para el pueblo sino que son gobernados por
las finanzas contra el pueblo, como estamos viendo día a día?

La continua imposición de políticas por parte de “los mercados”, el hecho evidente de que los gobiernos representativos se pliegan a sus preferencias y dictados, la continua aceptación de la voluntad de los financieros y banqueros gracias al poder político, económico y mediático que han acumulado al margen de las instituciones democráticas muestra inequívocamente que vivimos bajo una auténtica dictadura. Hay que decirlo claramente.

Una democracia que se desvanece cuando se trata de gobernar el dinero y la economía no es una democracia de verdad. Lo llaman democracia pero es una dictadura. Y no tenemos por qué aceptar pasivamente todo esto que está pasando. Cuando un pueblo está sometido a un poder dictatorial tiene todo el derecho a rebelarse y a tratar de destruirlo. Es más, yo creo que lo indigno es no intentar acabar con él.

DESENCHÚFATE!!

<b>DESENCHÚFATE!!</b>
(Fotografía:El mejillón suicida)