Ironías de la Vida
Por: Darío Valle Risoto
Ayer regresaba del trabajo, había cobrado mi sueldo y por suerte había pagado la mayoría de mis cuentas incluido el alquiler de mi apartamento que me lo volvieron a subir, también había hablado por teléfono con Julia que sigue en Barcelona y si no la llamo la pelotilla casi nunca lo hace por más que sé que a ambos nos hace bien conversar. Claro que tenemos el Factbook pero nunca será lo mismo.
Bien, regresaba en el colectivo tratando de que no se me interponga la patética radio del vehículo sobre el sonido de “Megadeth” en mi reproductor de MP3 cuando ya parado y pronto a bajarme vi a un tipo que llevaba un galgo flaco y rengueante por la vereda, de pronto el hombre revisa unos papeles y saca un pan de hamburguesa y se lo da a comer al perro.
Una triste estampa que me hizo sentir una verdadera mierda porque iba pensando en comprarme una pizza, mirar tele o actualizar este blog y ni siquiera me dio la conciencia para bajarme y tal vez comprales algo más digno para comer, porque siempre me da algo de miedo intentar interponerme en realidades que me parecen duras pero a la vez temo ser tomado por un invasor que pretende comprar un poco de tranquilidad espiritual para en realidad no solucionar nada.
Ya lo he comprobado varias veces, la vida nunca ha sido justa y mucho menos con los más desposeídos, Zardoz me mandó el interesante cartel que abre este post donde la realidad es tan fuerte que obliga a esta suerte de reflexiones baratas donde se me ocurre que el mundo ha avanzado tanto y tanto tecnológicamente y sin embargo hay cosas que nunca se modificaron y gran culpa de esto lo han tenido la basura de religiones que han hecho de los pobres y desposeídos de la tierra títeres de esperanzas vacías mientras los dirigentes se regodean en vidas de opulencia.
Hace unos días le decía a una amiga que tratar de defender la vida de los más débiles, los enfermos y los ancianos es ir contra la naturaleza porque todas las especies animales sacrifican a estos para que los fuertes sobrevivan y eso es lo bueno de ser humanos, concientes y con sentido común: El poder burlar el instinto natural depredador para apostar porque la vida sea más justa con todos: Pavada de reto. ¿No?
Por: Darío Valle Risoto
Ayer regresaba del trabajo, había cobrado mi sueldo y por suerte había pagado la mayoría de mis cuentas incluido el alquiler de mi apartamento que me lo volvieron a subir, también había hablado por teléfono con Julia que sigue en Barcelona y si no la llamo la pelotilla casi nunca lo hace por más que sé que a ambos nos hace bien conversar. Claro que tenemos el Factbook pero nunca será lo mismo.
Bien, regresaba en el colectivo tratando de que no se me interponga la patética radio del vehículo sobre el sonido de “Megadeth” en mi reproductor de MP3 cuando ya parado y pronto a bajarme vi a un tipo que llevaba un galgo flaco y rengueante por la vereda, de pronto el hombre revisa unos papeles y saca un pan de hamburguesa y se lo da a comer al perro.
Una triste estampa que me hizo sentir una verdadera mierda porque iba pensando en comprarme una pizza, mirar tele o actualizar este blog y ni siquiera me dio la conciencia para bajarme y tal vez comprales algo más digno para comer, porque siempre me da algo de miedo intentar interponerme en realidades que me parecen duras pero a la vez temo ser tomado por un invasor que pretende comprar un poco de tranquilidad espiritual para en realidad no solucionar nada.
Ya lo he comprobado varias veces, la vida nunca ha sido justa y mucho menos con los más desposeídos, Zardoz me mandó el interesante cartel que abre este post donde la realidad es tan fuerte que obliga a esta suerte de reflexiones baratas donde se me ocurre que el mundo ha avanzado tanto y tanto tecnológicamente y sin embargo hay cosas que nunca se modificaron y gran culpa de esto lo han tenido la basura de religiones que han hecho de los pobres y desposeídos de la tierra títeres de esperanzas vacías mientras los dirigentes se regodean en vidas de opulencia.
Hace unos días le decía a una amiga que tratar de defender la vida de los más débiles, los enfermos y los ancianos es ir contra la naturaleza porque todas las especies animales sacrifican a estos para que los fuertes sobrevivan y eso es lo bueno de ser humanos, concientes y con sentido común: El poder burlar el instinto natural depredador para apostar porque la vida sea más justa con todos: Pavada de reto. ¿No?
5 comentarios:
No estuve pendiente de internet y los blogs el día de hoy, y vengo acá y veo que el amigo Darío ha publicado algo que, para variar, me remite a ciertas sincronicidades.
Darío, acabo de hablar con uno de mis escasísimos amigos en Uruguay (que digo,del mundo entero), un amigo que es...cristiano! Pero de un cristianismo muy diferente de aquel que combato: Él no va a la iglesia y es buena gente porque sí,no por temor a un castigo.
Como de costumbre, conversar con alguien que posee los valores que mi amigo lleva "de serie", es un ir y venir de la cotidianeidad a lo trascendente.El tema que tocás en tu excelente y reflexivo artículo estuvo presente hace apenas minutos en esa charla que comento.
Unos desde ciertas creencias, otros más cínicos como yo, sabemos que la cosa viene "jodida" para la raza humana.Hay mil motivos para renegar de una raza maldita que es la única conocida que provoca sufrimiento a otros por "gusto".Pero por suerte hay esa otra condición que señalás, que también nos "aparta" de la naturaleza pero en un buen sentido.Hay que potenciar eso.Hay que predicar,si: predicar con el ejemplo, "difundir la palabra" (y ponernos pesados como los religiosos si es necesario!)de que otro mundo solidario y justo ES posible.Que así como el hombre tiene un potencial destructivo inédito en la naturaleza, también es inmenso su potencial creador y su capacidad de dar.
Muchos tenemos la percepción de que en éstos tiempos los que peor actúan son los más recompensados, que la buena gente muchas veces muere joven y que algunas personas que toda la vida han trabajado para el mal han gozado de riquezas y mueren de viejos y sin castigo.
Que el que está mal, peor se pone.
Y el que menos tiene, menos tendrá todavía,etc etc...
Sólo (pavada de reto,Darío!)hay que hacer peso del lado correcto de la balanza, si es necesario saltando en ése plato; si hace falta hay que poner plomo,hacer trampa a la balanza,y ser artero e insidioso, inflexible... pero trabajando siempre del lado de los buenos, siempre del lado de los buenos.
El cartel que te pasó Zardoz no puede estar mejor como removedor de conciencias en estos días.Está genial.
Me encantó ver que estás por aquí, un abrazo!
La pregunta es cómo hemos permitido como especie ¿racional? todos estos años de exceso capitalista. ¿cómo podemos vivir tranquilos y amancebados con tanto sufrimiento y pobreza en el mundo?
Me ha gustado la entrada.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo,MENTA,yo no dejo de preguntarme lo mismo.
En éste como en otros asuntos, muchos andaremos a tientas preguntándonos que podemos hacer dentro de nuestras encuadradas posibilidades, perdidos en la inmediatez de nuestras pequeñas batallas.Peeero...difundir las ideas y crear conciencia TAMPOCO es poca cosa, digo eso para darnos ánimo y dármelo a mí mismo a la hora de continuar en éstas lides, pese a todo.
Nota:El administrador de éste sitio (o sea yo) ha rescatado tu comentario del spam otra vez.A ver si le pagas LO QUE LE DEBES a Blogger Inc. y todos en paz,ehh! Jjaja!
Abrazo!
Pues un comentarista de tu blog (o sea yo), está hasta los mismísimos de Blogger. Parece que desde ayer si me publica los comentarios directamente.
Si fuera Acebes o Pedro J. diría que la culpa es de ETA.
Jjaja Menta, genial.Me alegro que los de "blogger"te hayan "amnistiado"!
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