El Votante Del PP
Por Javier Gallego17 ABRIL, 2013
Dice
Cospedal que el votante del PP jamás deja de pagar la hipoteca. Es
curioso que Cospedal conozca las cuentas del votante del PP mejor que
las cuentas del PP. Dice la secretaria del partido que los
votantes del PP incluso dejan de comer para pagar al banco,
según ha publicado La Vanguardia. Ella lo ha desmentido pero quienes
estaban en esa charla sostienen que, al menos, dijo que los votantes
del PP se aprietan el cinturón para pagar, no como otros que dan
excusas vagas para no hacerlo. Otros simulan en diferido, ella no.
Otros no pagan porque no les da la gana hacerlo, ha dicho el alcalde
popular de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. Otros quieren la dación en
pago porque quieren cambiar de casa, según el portavoz de Economía
del PP en el Congreso, Martínez Pujalte. Otros vivieron por encima
de sus posibilidades y deben asumir las consecuencias, insiste
Pujalte. Otros
son ETA, nosotros somos ascetas.
Cospedal
es omnisciente como dios y sabe cómo es el votante del PP y digo “el
votante” porque todos son iguales y creen en lo mismo, según dicen
los evangelistas. El votante del PP es justo y necesario a diferencia
de los otros que son infieles pecadores. El votante del PP paga
religiosamente su hipoteca. Ama a su banco por encima de su propia
vida. Deja de comer para dar de comer al banco. Cree que el
banquero siempre lleva la razón. El
votante del PP sabe que la ley hipotecaria es ley divina. Y
el votante del PP piensa que la plataforma de afectados es un grupo
filoetarra, los escraches son nazismo puro, los desahuciados son
irresponsables y los que no pagan unos vagos que dan excusas
simuladas en diferido para no hacerlo y quieren la dación en pago
para comprarse un chalet mejor. Cree el PP que hay un solo votante
del PP como algunos creen que hay un solo dios porque para ellos el
Partido Popular es una religión y ellos el pueblo elegido. Son
superhombres que no necesitan ni comer. Por eso no nos dejan
comer a los demás. Por eso depuran al ateo. Sin embargo, la fe les
impide depurar sus pecados porque se creen infalibles.
Como
toda religión tiene mandamientos. Según el Evangelio de Santa
María Dolores de Cospedal, estos son los
5 mandamientos del votante del Partido Popular:
Amarás a tu banco sobre todas las cosas y a tu hipoteca más que a
ti mismo. No comerás para pagar tus deudas. Morirás si es necesario
para cumplir con tu hipoteca. No usarás el nombre de tu banquero en
vano. Y la ley hipotecaria es justa y necesaria.
El
que no cumpla estos mandamientos, no sale en la foto. Pues dicen las
encuestas, que algo saben de los votantes, que cada vez más fieles
están perdiendo la fe. No me extraña. Es difícil dejar de comer
por mucho que uno sea del PP. A
mí me daría pavor formar parte de esta secta.
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PPropaganda Nazi
Por Javier Gallego
16 ABRIL, 2013
16 ABRIL, 2013
Estaba
tardando mucho el PP en caer en la Ley
de Godwin: cuando
uno se queda sin argumentos en una discusión, recurre al viejo y
patético truco de llamar “nazi” al adversario. Pero
al final no han podido aguantar más y Cospedal ha llamado a los
escraches “nazismo puro”. Pues ya que ella saca el tema, no le
importará que le recuerde que esa burda maniobra de exageración es
“nazismo puro”. Esa era una de las típicas tácticas
propagandísticas que utilizaban Goebbels, Hitler y compañía. Y no
es la única que el Partido Popular le copia al partido nazi. No
quería yo hacer un Godwin pero, oigan, la señora Cospedal me ha
forzado a ello.
Si
leen ustedes el clásico de 1950 de Jean Mari Domenach, “La
propaganda política”,
encontrarán unas reglas que sintetizan los métodos
de manipulación nazis.
Hace unos años, el publicitario catalán Marçal Moliné amplió la
lista en un artículo hasta establecer once tácticas que ahora
circulan por la red como los “principios de la propaganda”,
erróneamente atribuidos a Goebbels. El ministro nazi no los escribió
pero los aplicó con rigor, como ahora los aplica el partido del
Gobierno.
Principio
de simplificación y del enemigo único. Es
el clásico pepero “todos los que están contra nosotros son ETA”
y el reciente, el enemigo tiene una sola cara, Ada Colau, esa
terrorista radical.
Principio
de contagio. El
gobierno y los medios de la derecha están contagiando la idea de que
hay muchos escraches y de que todos los afectados por la hipoteca
están metidos en ese saco de violencia. Son cuatro casos
y, sin embargo, parecen atacados por una plaga mucho más grave y
dañina que los desahucios que han dejado sin casa a miles de
familias.
Principio
de transposición. Un
clásico de la política española: el “y tú más”. Decía
Goebbels: “si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que
las distraigan”. El PP no hace nada para evitar los desahucios, por
eso inventan un problema mayor: los escraches. Y con ayuda de los
medios están consiguiendo que hablemos menos de Bárcenas y que se
hable más de la intimidación a los políticos que de los violentos
desalojos, de los escraches que de la ILP, de la casa de la
vicepresidenta que de las casas desahuciadas y vacías, de lo mal que
lo pasan los niños de los políticos que los niños que han sido
echados a la calle con sus padres. Y va Felipe González y les echa
un cable.
Principio
de exageración. Pues
eso, la señora Cospedal diciendo que los escraches son “nazismo
puro”, Cifuentes diciendo que los miembros de la PAH son
“filoetarras” o Arenas explicando que “no son escraches, son
acoso”. Se comparan pequeñas manifestaciones con grandes
criminales. Se ordena a la policía que multe y aleje a los violentos
a 300 metros como si fueran un gran amenaza. Cualquier día dirán
que Ada Colau es Hitler. ¿O ya lo ha dicho algún tertuliano?
Principio
de vulgarización. En Mein
Kampf puede
leerse: “Toda propaganda debe adaptarse al menos inteligente de los
individuos a quienes vaya dirigida. La capacidad de comprensión de
la multitud es limitada”. De aquí que muchos de ustedes piensen al
escuchar al gobierno: “Nos toman por tontos”. En efecto, reducen
un problema complejo a una idea muy vulgar: los escraches son
violencia. Y punto. Todo lo demás, dación en pago, ley hipotecaria
abusiva, usura bancaria, son temas demasiado complejos para
explicárselos al vulgo.
Principio
de orquestación. Todos
los miembros del PP repiten estas ideas una y otra vez sin fisura
alguna. Nadie en la orquesta desafina y repiten la melodía hasta la
náusea en todos los foros en los que intervienen, aunque el tema del
día sea otro. Se atribuye a Goebbels la frase: "Si una mentira
se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".
Principio
de renovación. Aunque
la idea se repite, el PP renueva su formulación: que si ETA, que si
filoetarras, que si criminales, que si los violentos, que si
antisistema, que si antidemócratas, que si intimidación, que si
acoso, que si nazis.
Principio
de verosimilitud. El
discurso tiene que parecer creíble y apoyarse en argumentos
distintos para darle veracidad. La carita de pena de la vice hablando
de la violación de su intimidad familiar, las imágenes de la
policía custodiando escraches, múltiples informaciones hablando de
violencia que no ha existido... Cospedal alarma, incluso, sobre
graves sucesos que podrían suceder. Lanza un globo sonda, como dice
Moliné, con la intención de crear una sensacion de peligro que no
se corresponde con la realidad.
Principio
de silencio. En
esto son maestros, en callar acerca de lo que les desacredita, como
Bárcenas. Cospedal intenta eliminar la palabra “desahucio”.
Tampoco se habla de las resoluciones jurídicas contra la ley
hipotecaria ni se discute la dación en pago ni por un segundo. Y
ahora cuando la consejería de Vivienda de IU en Andalucía decreta
la expropiación de pisos a los bancos para evitar desalojos de
familias, se le resta importancia, se dice que no es una medida
efectiva y se la tacha de “populista”.
Principio
de transfusión. "Por
regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato
existente, un complejo de odios y de prejuicios tradicionales",
escribió Domenach. Se empieza por decir que los desahuciados
vivieron por encima de sus posibilidades, después se identifica a
los que protestan contra los desahucios con antisistemas y se acaba
con Sigfrid Soria diciendo que les va a arrancar la cabeza a hostias
a los perroflautas.
Principio
de unanimidad. Solo
unos pocos miembros del partido han vivido un escrache pero quieren
hacer creer que hay un ataque unánime a la democracia porque ellos
son los representantes de la unanimidad. No son los acosados sino los
acosadores, pero quieren hacer creer que es unánime la opinión de
que están sufriendo acoso. Ellos son los demócratas, los únicos
verdaderos representantes del sentimiento democrático universal. Los
demás somos "nazismo puro".
Pues
mire, señora Cospedal, de demócrata su partido tiene muy poco
aunque no caeré en ese bochornoso error suyo de llamarles a ustedes
nazis. Ustedes no son nazis, que es una cosa muy seria, pero su
propaganda es “Nazismo PPuro”.
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