Navidades de pobreza y desigualdad, agravadas por el cinismo de Rajoy
EL TABLERO GLOBAL
Carlos Enrique Bayo
(http://www.publico.es/opinion/articulos/navidades-pobreza-y-desigualdad-agravadas.html)
Para
Rajoy, “la crisis es historia del pasado” y éstas “serán
las primeras Navidades de la recuperación”.
Feliz él, si es que se lo cree, pero la gran mayoría de los que han
padecido estos tres años de su Gobierno podrán celebrar bien poco
en estas fiestas, sobre todo si son mujeres, parados, pobres,
desahuciados, dependientes…
Al
parecer, sólo el presidente desconoce que ha gobernado (y sigue
haciéndolo) a favor de los más acaudalados, multiplicando a cambio
la desigualdad y las dificultades económicas de la población
trabajadora. Porque mientras él se felicita de lo bien que van las
cosas (quizá para él y los suyos), su propio Consejo
de Ministros aprueba más ayudas a Cáritas y Cruz Roja y asume la
alerta europea ante el aumento del número de españoles que no
pueden pagarse la calefacción.
En
el tercer aniversario de su mayoría absoluta, que le ha permitido
imponer al Congreso cualesquiera medidas y recortes con el rodillo
parlamentario de 186 escaños, Rajoy no debería alardear de descenso
del desempleo porque se
han destruido 508.278 empleos y ahora hay 91.654 parados más que
cuando llegó al poder.
Más aún, cuando él entró en La Moncloa, al menos dos de cada tres
parados percibían alguna prestación por desempleo; hoy sólo la
tiene uno de cada dos.
¿Va
el presidente a felicitar las Pascuas con optimismo a los 3,3
millones de parados que llevan un año o más sin trabajo? ¿O se
felicita de que gracias
a su gestión sumen ya 716.000 desempleados de larga duración más
que los que heredó de
Zapatero?
También
podría enviar christmas a los casi 13 millones de españoles que
ahora corren el riesgo de caer en la pobreza, según la Encuesta
sobre Condiciones de Vida del INE…
o quizá, para ahorrar y como muestra de austeridad, remitirlos sólo
a los 150.000 ciudadanos que han engrosado esa cifra durante su
mandato. Ya que, en ese tiempo, las familias que subsisten con lo
justo han subido del 56,3% al 65%, y la renta media por hogar ha
bajado a niveles de hace una década.
Igualmente,
debería pensar en donar juguetes –o, mejor, comida– a los
800.000 niños más que viven hoy en España bajo el umbral de la
pobreza, según UNICEF,
puesto que hacer regalos navideños al total de tres millones de
menores que están hoy en situación precaria, tras ese incremento
durante la crisis, sería poco consecuente con su política de
austeridad y recortes. ¿Ignorará también Rajoy que la tasa de
pobreza infantil en España se ha disparado del 28,2% al 36,3%, un
incremento sólo superado por México y EEUU?
En
las Navidades
de la recuperación,
más de uno de cada tres niños españoles pasarán las fiestas en la
pobreza. Y el motivo es que la política económica neoliberal
(impuesta por la Troika, pero abrazada con entusiasmo por Rajoy) ha
conseguido que España
no sólo sea el país con la mayor brecha entre ricos y pobres de la
OCDE,
sino que el incremento de esa tremenda desigualdad haya sido
astronómico durante la crisis: el número de veces que la renta
media del 10% más rico multiplica la del 10% más pobre casi se ha
duplicado, pasando de 8,4 a 13,8 (+64,3%).
Y en esa ampliación
del abismo entre ricos y pobres sí que arrollamos a todos los demás
países de la OCDE, incluidos México (un aumento del 13,8%) y EEUU
(+9,27%). Por supuesto, España también es la que más crece en
Europa (como no cesa de repetir Rajoy, aunque refiriéndose a sus
estadísticas macroeconómicas)… pero en desigualdad.
Malas
noticias, cuando la propia OCDE parece haberse dado cuenta por fin de
que la
desigualdad socio-económica ha frenado el desarrollo de los países
ricos durante los últimos 30 años,
unhallazgo que
no hace más que ratificar
los resultados de un estudio similar difundido por el FMI a
principios de año.
Así
que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
está instando a todos los gobiernos a reducir la desigualdad como
única forma de impulsar el crecimiento. Pero ¿cómo reducir esa
brecha entre ricos y pobres que no cesa de crecer? Pues “asegurándose
de que los más acaudalados contribuyen” a las arcas públicas,
imponiendo “tributos sobre la riqueza y la propiedad, incluida la
transferencia de activos”; así como proporcionando a la población
“una educación de calidad, una buena cobertura sanitaria o
formación laboral”.
¿Alguien puede
creerse que Rajoy ha aplicado esas recetas para su milagro económico?
Su reforma fiscal
aprobada en octubre hace importantes rebajas tributarias a las rentas
más altas, que pasan del tipo máximo del 52% al 45%, reduce la ya
bajísima tasa a las rentas del capital del 27% al 23%, y deja el
impuesto de sociedades en sólo el 25% (pero los incentivos y
deducciones ofrecidos a las grandes empresas hacen que en realidad
coticen a una miserable media del 7%).
En resumen, los
asalariados sufragan el 90% de los ingresos del Estado, mientras
España es un paraíso fiscal para las corporaciones, multinacionales
y grandes fortunas. De hecho, España es el segundo país de la OCDE
–tras Israel– donde más ha caído la recaudación fiscal desde
que comenzó la crisis.
La
Relatora sobre Pobreza Extrema y Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, Magdalena Sepúlveda Carmona, ha sido muy contundente en su
informe sobre la reforma fiscal de Rajoy:
el Gobierno español incumple su obligación de destinar el máximo
de los recursos disponibles para garantizar los derechos humanos,
económicos, sociales y culturales.
Eso
sí, como “no
hay dinero en las arcas para pagar los servicios públicos”
(Montoro dixit),
pues Rajoy había antes recortado brutalmente el gasto en educación
y cobertura sanitaria, justo lo que la OCDE advierte que hay que
garantizar, hasta que la misma Comisión
Europea le ha avisado de que sus “ajustes” están golpeando tan
duramente a los hogares más pobres que
sale perjudicado el conjunto de la economía.
Y
no olvidemos a las familias desahuciadas de sus hogares: 82.680 el
año pasado, más de 26.500 en los primeros seis meses de este año, y
13.341 en el pasado trimestre (un 7,3% más que en ese periodo de
2013).
¿A todas ellas les
enviará también Rajoy sus felicitaciones navideñas?
Pocas veces ha sido
tan cínico un gobernante como este presidente al hablar de “las
primeras Navidades de la recuperación”.
Felices fiestas.
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