Notas
- Unos casos tapan a otros. Lo del millonario piso marbellí de Ignacio González parece del siglo pasado y lo de las jubilaciones fraudulentas en Andalucía viene a ser la prehistoria. Los sobres del PP y los viajes a las montañas suizas ocupan la actualidad, sin olvidarnos del nuevo caso descubierto en la fundación Ideas donde la parentela sociata trinca a placer. Queda claro que en este país no hay dinero, es decir, no hay dinero para nosotros, para ellos sí, y mucho.
- Por qué ocurre semejante aberración. Pues porque nunca hemos salido de la dictadura fascista. O si se quiere, hemos salido del fascismo a través de un pacto entre oligarquías, ejército e iglesia, los mismos poderes que llevan mangoneando siglos este país. ¿Acaso podía resultar otra cosa que un régimen corrupto y degenerado?
- Como solución algunos proponen un nuevo gran pacto de Estado. Otro pacto más entre oligarquías. Otro pacto de cállate y agarra lo que puedas. Esta vez lo van a tener más difícil, el contexto es completamente distinto, y la crisis es de régimen: económica, política y social.
- Son interesantes los movimientos dentro del PP. Están perdiendo votantes por cientos de miles, un descenso que aumenta cada semana. Queda claro que Esperanza Aguirre se zafó de la primera línea política en el momento justo para después contraatacar. Quienes creen que Aguirre es Thatcher se equivocan, Aguirre es Berlusconi. Si su jugada tiene éxito sería el último clavo para ese ataúd llamado España.
- Soluciones hay pocas. Yo solo veo una. El problema es que estas situaciones suelen reventar de la peor manera posible. Es una lástima, y nos recuerda que los problemas no se evaporan, si no se resuelven tarde o temprano te estallan en la cara.
- Termino con una advertencia para los indignados de la pequeña burguesía, algunos de los cuales comienzan a organizarse en distintos colectivos con cierto tufo elitista. La república, aquí, no puede ser lo que ustedes pretenden que sea. Efectivamente, la república vive en nuestros corazones asociada al antifascismo y al socialismo. Su pretensión de convertir España en una réplica yanqui llega muy tarde. Por tanto, señoritos, tendrán que escoger, las opciones están muy claras, poco margen hay para el error.
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