Cada vez que Carlitos hacía lo mismo en el ómnibus, los vendedores ambulantes lo miraban raro, pero aquel día, (como evidentemente pasaría en algún momento) terminó recibiendo una paliza...
Se subió un vendedor, bajito pero macizo, quien luego de contar la fatídica historia que lo había llevado a la marginalidad, pasó de asiento en asiento entregando estampitas "a voluntad"...
Algunos pasajeros las tomaban y las devolvían, otros directamente no las agarraban, y sólo unos pocos le entregaban al vendedor algunas monedas de vuelta.
Y también estaba Carlitos, quien no hizo ninguna de las tres cosas... cuando el vendedor pasó a retirar la estampita que éste había agarrado,extendió su mano y como de costumbre, en vez de entregarle unas monedas, colocó sobre su mano dos sobrecitos de azúcar y lo miró a los ojos con una sonrisa intachable.
El vendedor lo mira anonadado, y exclama: "¿Me estas jodiendo? ¿Me estas tomando el pelo, ¿no? ¡Y encima te reís! ¡hijo de puta!"
"No entiendo por qué se enoja, señor" - dijo Carlitos con una voz muy calma... y prosiguió:
"... usted pidió algo a voluntad por las estampitas, y yo le entregué algo que le va a servir"
- "¡Pero vos me estas tomando el pelo! ¿Que querés que me haga un tecito!? Estoy laburando yo, ¿entendés? ¡Y vos me das sobrecitos de azúcar!"
Carlitos tan solo sonreía... lo cual ofuscó tanto al vendedor, quien impulsivamente le propinó un consistente piñazo en la nariz...
La sangre chorreaba en la cara de Carlitos, pero su sonrisa se mantenía intacta.
Habían varios policías en el ómnibus, pero como venían de terminar su turno, no hicieron absolutamente nada. Así que fue el conductor, quien intercedió en la (unidireccional) trifulca, deteniendo el ómibus y pidiéndole a ambos que se bajaran. Carlitos se para, y amablemente le dice al vendedor: "después de usted"... los demás pasajeros observan la escena anonadados. Carlitos antes de descender se para en el medio del pasillo, y de modo explicativo grita: "¡Yo tan solo quería cambiar el mundo!". Mientras descendía... se podian ver sobresalir de su saco decenas y decenas de sobrecitos de azúcar...
Carlitos terminó por tiempo indeterminado internado en un hospital psiquiátrico, con un diagnóstico de esquizofrenia.
Pero lo cierto es, que Carlitos no tenía ninguna patología mental grave... tan sólo cometió el error de muchos... tomar al pie de la letra los slogans publicitarios, internalizarlos y llevarlos a la vida cotidiana. Esta vez, había caído con el reclame de azúcar "Azucarlito", el cual rezaba : "La dulzura puede cambiar el mundo"... El boludo se pensó que era de manera literal... pero no... repartiendo azúcar por la vida, digamos que no iba a cambiar demasiado.
Carlitos era un tipo sociable, así que luego de pocos meses de haber ingresado al hospital, ya se había hecho muchos amigos en la sala...
Entre ellos estaba Natalia, la cual fue derivada al psiquiátrico por su ginecólogo... pues utilizaba tampones "Ob" los 365 días del año. "Es para sentirme tranquila", decía ella...
También estaba Martín, un flaco que fue internado luego de haber sido visto en varios boliches bailables quitándose la camisa, poniendose desodorante en todo el cuerpo y quedandose completamente inmóvil, en medio de la pista ,a la espera de que las señoritas cayeran a sus pies... dicen algunos que lo hacía también en la calle, solía desprenderse la camisa en el medio de la avenida, se embadurnaba todo en desodorante, y miraba al cielo, ansioso de que cayeran ángeles de cuerpo escultural del cielo...
En los grupos de ayuda que coordinaba el hospital, se les enseñaba a los pacientes a ejercitar el pensamiento abstracto, a no tomarse todo de manera literal... pero por sobre todas las cosas, siempre luego de cada sesión, todos repetían a coro la misma máxima: "Apagar la televisión es salud"
6 comentarios:
Brillante,Gregoria,ya comenté por tu casa,salud!
¡Gracias dobles NuMan!
Por el comentario y por invitarme a aportar a este lindo blog!!!!
Por culpa del aviso de OB cada vez que veo a una chica de hot pants pienso en una pequeña esponjita sorbiendo sangre y no me gusta nada.
Jajaja,no podés!!
Hay que hacer algo a nivel terapéutico con eso,no es posible! Jaja!
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