Blog Colectivo.Abierto A Toda Mente Despierta Que Desee Colaborar.

Nada Podemos Esperar Sino De Nosotros Mismos!!

domingo, 17 de abril de 2011

La infantilización de la cultura


( fuente:http://www.revistateina.org/teina5/dos6.htm )

ENTREVISTA A VICENTE VERDÚ, ESCRITOR Y PERIODISTA
por Juan Pablo Palladino

El autor de El estilo del mundo y columnista de El País se refiere aquí a una tendencia regresiva visible en todos los órdenes de la vida. Está íntimamente ligada a la cultura de masas, donde se sustituye la reflexión por las emociones y sensaciones. Y alude al juego como un elemento constitutivo de esta realidad.

Para el periodista y escritor Vicente Verdú, el juego está más presente que nunca en la sociedad actual. Una sociedad anegada por la industria del entretenimiento donde la cultura de masas, en relación dialéctica con una educación de las personas más pragmática que reflexiva, hace primar las emociones y las sensaciones como características principales. Sus productos, por tanto, nacen desde esta lógica.

Por ello, Verdú sostiene que se asiste a una infatilización de la sociedad, una auténtica regresión donde todos los órdenes de la vida se viven desde una posición infantil: desde el trabajo –que se confunde con el ocio- hasta los vestuarios de las personas adultas, pasando por la prácticas seudodeportivas.

En este lado del mundo donde imperan las leyes del mercado –en el otro la gente se muere a millares y todo sigue su rumbo-, el sueño de ser tocado por la fortuna y alcanzar el éxito propuesto por el estilo de vida capitalista explica las identificaciones de las personas con multimillonarios deportistas y estrellas del espectáculo.

El juego, al no tener fin en sí mismo, se muestra no sólo como una forma de alivio ante las vicisitudes de la vida, sino como una forma de continuar el simulacro de intrascendencia de las cosas.

Éstos y otros conceptos fueron vertidos por Verdú en la entrevista con teína.

- ¿Cree que existe una relación entre el grado de desinterés político y la gran atracción que suscitan los espectáculos deportivos como el fútbol?

- El desinterés político es importante de por sí, haya o no atracción de los espectáculos deportivos. Digamos que el desprestigio de la política, y de los políticos, ha sido enorme en estos últimos años, o se han visto más claras las conexiones con el poder económico; se ha visto que el político no tiene ningún programa ideológico esperanzador, sino que se atiene al resultado de los sondeos y trata de hacer un programa de acuerdo a los gustos del público. Y la atracción por los espectáculos deportivos, que a través de la adhesión a un equipo se ha asociado a una sustitución de empresas colectivas, creo que es algo más complejo. Tendría que ver sin duda con la búsqueda de una representación elemental, casi tribal, pero también con la infantilización de la cultura que hace consumir productos y consumir sencillos.

- ¿Cuáles son las causas de esta infantilización a la que hace referencia?

- La cultura de masas ha sido una cultura que ha buscado un denominador común hacia abajo para lograr un mercado más amplio, y ha producido, en consecuencia, una cultura de emociones y sensaciones. Una cultura formada en dialéctica con la clase de formación que recibe ahora el ciudadano, una formación muy pragmática, donde desaparece la filosofía y la historia, donde se reduce la idea de proceso y el ejercicio de la reflexión. Éste es el mundo actual de la mayor parte de la oferta televisiva, de la radio y de buena parte de las revistas. La infantilización, además, se manifiesta en el disfrute de videojuegos, por ejemplo, donde la edad media del usuario es ya de 30 años, en la infantilización de los vestuarios, las camisetas estampadas, las gorritas en adultos, la compra de golosinas, la práctica continua y extensiva de cualquier juego seudodeportivo por una parte creciente de la población. Se trata de la misma tendencia infantil que hace un éxito mundial a Harry Potter y productos parecidos...

- Da la impresión de que señala esta infantilización como algo negativo, como una regresión.

- Es una regresión la propagación de un modelo de conocimiento que rehúye el esfuerzo y busca aprender jugando, trabajar como en un juego, divertirse sin fin y patinar sobre la superficie emocional de las cosas. Hacer surfing sobre la cultura o manifestar un "no a la guerra" o un "no a la contaminación" por impulsos morales que no llegan a proponer otro sistema por el que trabajar revolucionariamente. Sólo se dice "no" como los niños empiezan a decirlo a los dos años, como un gesto de identidad personal y de rechazo a lo exterior sin haber llegado aún a poder enunciar concretamente una alternativa.

- ¿Debemos entender ahora más que nunca la industria del entretenimiento como un elemento indispensable del capitalismo neoliberal para mantener a la gente alejada de aquellos temas fundamentales que afectan al bienestar general?

- La teoría conspiratoria, la idea de un programa para la manipulación de las conciencias, no tienen vigencia. El sistema ávidamente busca el mayor beneficio sin más. Si ahora desarrolla una vasta industria del entretenimiento es porque los medios de comunicación, alcanzado audiencias multimillonarias, generan enormes beneficios. El porqué de la gran demanda de entretenimiento se corresponde tanto con la pérdida de valor del trabajo como por el fenómeno de infantilización que comentaba antes. Protestamos contra la mala televisión, pero sin duda somos los consumidores los primeros responsables de que sobreviva. Tenemos esta oferta porque hay una demanda que la absorbe. Y la absorbe porque la educación es cada vez más una educación utilitaria y superficial.

DOS MUNDOS PARALELOS:
DENTRO Y FUERA DEL MERCADO

- En un mundo plagado de injusticias sociales, donde la mayoría debe realizar proezas para subsistir diariamente, ¿es una contradicción que se endiose a multimillonarios deportistas y artistas del espectáculo?

- No es una contradicción porque se trata de dos mundos. Un mundo que está dentro del mercado y otro que no lo está. Este último no existe o es como un basurero. En África mueren las gentes por cientos de miles y no se alteran las cosas. El mundo que existe y que está dentro del mercado desarrolla unas reglas, donde jugadores convertidos en estrellas valen tanto como artefactos que brindan una alta oportunidad de inversión con rentabilidades suculentas. Como se ve en el caso de Beckham o Ronaldo, el Madrid los contrata no sólo pensando en sus prestaciones deportivas sino en su rendimiento mediático.

- Recién mencionaba la identificación que se da entre públicos y estrellas. ¿Esta identificación está relacionada con ciertas frustraciones personales generadas por el estilo de vida capitalista y los parámetros de éxito basados en el poder de consumo?

- Debemos hablar de identificaciones en el sentido de proyecciones, porque ciertamente una de las bases de la cultura del éxito en nuestro tiempo es que cualquiera puede llegar a ser una estrella si le bendice la suerte, puede soñar con la parte más simplificada del sueño americano. Es la idea matriz de programas televisivos como Operación Triunfo donde gente anónima se convierte en superpopular en tiempos récord.

- Algo que se ve de forma más seguida en los estadios europeos, y sobre todo en los latinoamericanos, es un mayor nivel de agresión, de violencia. ¿Qué lectura hace usted de esto?

- Esto se ha analizado, bien a través de la teoría de la agresividad desplazada, mediante la cual el individuo frustrado descarga su malestar no sobre el sujeto superior que lo provoca sino sobre alguien cercano que hace de chivo expiatorio. O bien mediante la teoría de las tribus urbanas en la que ha trabajado durante los últimos quince años Maffesoli. En este último caso se trataría de buscar una identidad fuerte a través del grupo y sus actuaciones violentas en negación de los demás, adversarios o diferentes tal como en otros ámbitos provocan los nacionalismos.

- En psicología infantil el juego es empleado para que los niños manifiesten ciertos traumas. ¿Considera posible analizar algunas características de las sociedades actuales a partir de sus juegos más recurrentes o, incluso, de la falta de juego?

- Yo creo que acaso nunca ha jugado más gente adulta. Adidas salió en 1926 al mercado fabricando zapatillas para atletas profesionales, pero el éxito posterior de Nike se debió a que la gente que salía a hacer footing o a jugar deportivamente se había multiplicado por cien al menos en los años ochenta. En nuestra sociedad el juego no sólo cumple un papel de alivio, sino que llega a ser un elemento constitutivo de una cultura que simula confundir el trabajo con el ocio, el arte con la sensación. El shopping con la creación personal, etcétera. Lo característico del juego es que no busca un destino, y de esa manera, jugando, contribuimos al simulacro de la intrascendencia que es al cabo, en su máximo efecto, el olvido del destino último y la tragedia de morir.

No hay comentarios:

DESENCHÚFATE!!

<b>DESENCHÚFATE!!</b>
(Fotografía:El mejillón suicida)