Cómo bautizar el robo de un bebé
Este documento que reproducidos, y que ha llegado a este periódico a través de de una de las asociaciones de afectados por el robo de bebés, demuestra la implicación de la Iglesia en el robo de niños durante el Franquismo. En años posteriores, según diversos testimonios y casos hoy en las fiscalías, el papel de curas y monjas también ha sido determinante en el robo de niños en maternidades públicas y privadas.
María José Esteso Poves
15/10/09
(https://www.diagonalperiodico.net/como-bautizar-robo-segun-capellan.html)
Reproducimos
parte del texto que el capellán Juan A. Tardío remitía en 1952 a
un matrimonio que quería hacerse con un bebé. El
cura llevó a cabo todos los trámites para el secuestro de una niña
en la Casa Cuna de Sevilla y
según se desprende de la carta de éste a los futuros padres
adoptivos todo estaba ya listo pero había surgido un pequeño
inconveniente. Ese contratiempo es que la
madre a la que le habían robado el bebé iba a preguntar todos los
días por su hija.
Eso explica el cura a los padres adoptivos en esta misiva que fue
entregada por una afectada del robo de niños a Diagonal. El
religioso hablá despectivamente de la madre biológica como: “la
mujer que echó a la niña”. En el
auto del juez Garzón se recoge también este documento como prueba
del robo de niños en el Franquismo.
“Cuando
la superiora hacía unas horas me había entregado esos papeles fue
cuando la madre se presentó en la Diputación a decir que aquí no
le daban razón de una niña que en tal fecha ella echó (...):
Y ahora rebuscando entre los papeles de mi archivo los encuentro, y
se los envío, para que hagáis lo siguiente. El papel ese grande
(sic) de la Diputación lo tenéis que rellenar entre Vds, el alcalde
y el párroco y debidamente firmado lo traen Vds cualquier día a la
Diputación (...). Si por casualidad os preguntara Serrano, que cómo
habéis tardado tanto en ir Vds le decís solamente que (...) había
estado enfermo y esperabáis, como es natural, a que el esposo se
pusiera bien (...). Enseguida que arregléis lo de la Diputación y
para arreglar la prohijación notarial vais al notario D. Ángel
Sainz de la Maza, calle Castelar 18 [Sevilla], y terminados estos
trámites la niña lleva vuestros apellidos (...): si queréis que la
niña no aparezca con vestigio ninguno de la Cuna, luego que
arregléis lo del notario vais al Palacio Arzobispal con los
documentos de la Prohijación de la Diputación y con la prohijación
notarial, y allí en la vicaría del Arzobispado le
arreglan el asunto, de manera que mandan un oficio a la Casa Cuna
para que se inutilice la partida de bautismo y otro oficio a la
Parroquia que Vds quieran para que pongan una fe de bautismo nueva”.
Juan A. Tardio, capellán de la Casa Cuna de Sevilla, 1 de octubre de
1952.
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